Cada vez se acentúa más la crisis en el sistema judicial del estado Anzoátegui, donde no solo existen retardos procesales por las restricciones impuestas por la pandemia del Covid-19, sino también por las carencias de materiales de trabajo y las deficiencias en las condiciones del ambiente laboral.
El abogado José Santoyo denunció que los jueces ni siquiera pueden imprimir las sentencias, porque en los tribunales no hay impresoras, toner, hojas, ni fotocopiadoras.
“En los pocos casos atendidos, exigen a los abogados de los procesados que lleven un CD o pendrive para que impriman las decisiones y se las lleven a los jueces. El Sistema Juris 2000 prácticamente está inhabilitado y no podemos consultar el estatus de los casos”.
El jurista precisó que el personal del circuito judicial de Anzoátegui labora en un entorno deplorable, sin aire acondicionado y con los baños colapsados. El lugar de prevención de calabozos tiene problemas con las aguas servidas, situación que atenta contra la salud de los trabajadores.
“Muchos jueces han renunciado y otros han sido destituidos, y debieron juramentar a todos los secretarios de los tribunales para que asuman los cargos de jueces cuando se presente alguna ausencia de estos funcionarios”, reveló.
Santoyo ha recibido numerosas denuncias de sus colegas, porque los jueces obligan a los detenidos a que sean asistidos por defensores públicos para “agilizar sus causas”.
De esta manera, los abogados privados quedan desplazados, con lo cual se vulnera su derecho al trabajo.
Nota de prensa