Un grupo de científicos ha detectado en un vagabundo de Canadá un caso de la fiebre de las trincheras, enfermedad bacteriana que se cobró la vida de más de medio millón de soldados durante la Primera Guerra Mundial, según un artículo publicado este lunes en Canadian Medical Association Journal.
El texto indica que un varón de 48 años con dolor en el pecho y dificultad para respirar acudió a urgencias en la provincia de Manitoba, detallando que a lo largo de los 18 meses anteriores el paciente había ido al hospital por molestias similares y por estar infestado de piojos del cuerpo.
Infección del corazón
“Nuestro mensaje de salud pública es que esta enfermedad está presente en Canadá y que las personas y los médicos no siempre están al tanto”, declaró Carl Boodman, especialista en enfermedades infecciosas y coautor del estudio.
Boodman explicó que la fiebre de las trincheras está relacionada con la falta de hogar y los refugios para las personas sintecho, por lo que los médicos deben considerar el ‘Bartonella quintana’ —patógeno causante de dicha enfermedad— en personas que no se encuentren bien y tengan antecedentes de piojos de ese tipo.
El artículo, que recuerda que solo se conocen cuatro casos de esa afección en los últimos 20 años en el país norteamericano, explica que la enfermedad puede provocar una infección del corazón, conocida como endocarditis, que puede ser fatal si no se trata.
¿Cuáles son los síntomas?
Asimismo, especifica que los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza y malestar, y puede ser difícil de detectar, requiriendo pruebas moleculares y consulta con expertos en enfermedades infecciosas.
Los autores afirman que es probable que la patología esté “infradiagnosticada”, por lo que aconsejan a los profesionales de la salud hacer las pruebas necesarias en caso de que el paciente presente el cuadro clínico mencionado.
El mes pasado se publicó un artículo en el que se anunciaba que un grupo de investigadores de diversas universidades han descubierto evidencia de ADN que indica que la fiebre de las trincheras ya afectaba a distintas poblaciones humanas miles de años antes de que fuera documentada por primera vez en 1915.