El universo está completamente inundado de una tenue forma de radiación electromagnética llamada Radiación de Fondo de Microondas o simplemente radiación cósmica de fondo. Su señal está en todas partes, pero a nadie hasta ahora se había puesto a traducirla al lenguaje universal de las máquinas: el binario.
Por: Carlos Zahumeszky | Gizmodo
La idea de intentar traducir la radiación de fondo de microondas se remonta a 2016, y proviene de dos astrónomos llamados Stephen Hsu y Anthony Zee. Su intención era realmente épica: Ambos científicos buscaban indicios en la naturaleza de algún tipo de diseño inteligente. En otras, palabras, buscaban la firma de Dios.
Existen numerosas hipótesis más o menos espirituales que aseguran que, de existir una inteligencia superior responsable de la creación de este universo, esta podría haber dejado su impronta en la naturaleza, como una especie de firma o de constancia de su participación.
¿Y si la firma de esa inteligencia estuviera en algo mucho más general y omnipresente? Los astrónomos no encontraron nada más omnipresente que la radiación de fondo de microondas, pero no llegaron a probar su teoría. Ha sido el astrónomo del Observatorio Sonnenberg Michael Hippke el que ha traducido su frecuencia a ceros y unos. Esto es lo que ha encontrado:
Si sabes binario probablemente ya hayas descubierto que el mensaje es un completo galimatías sin sentido.
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