Desde hace tiempo se sabe que la obesidad está relacionada, al menos, con 12 tipos diferentes de cáncer. Sin embargo, este riesgo difiere en hombres en mujeres. Según explican a ABC Salud las investigadoras Emma Vincent, de la Universidad de Bristol (Reino Unido) y Anna Díaz Font, del Fondo Internacional para la Investigación del Cáncer, en función de donde se acumula la grasa, el riesgo de cáncer puede variar.
Por ABC
En un estudio realizado en más de 100.000 personas, las investigadoras han visto que tener un índice de masa corporal (IM) -una medida de la grasa total- elevado es más peligroso para los hombres que para las mujeres, pero, si existe hay un mayor acúmulo de grasa abdominal, es decir, una relación cintura-cadera más alta (la circunferencia de la cintura dividida por la circunferencia de la cadera; una medida de la grasa abdominal), es más dañino para las mujeres
¿Y por qué? «Todavía no sabemos exactamente cómo, pero hay varias teorías», responde la Dr. Vincent. «Básicamente, todos los cánceres comienzan cuando el ADN de una célula se daña y no se repara. Y la obesidad parece afectar el equilibrio entre el daño que se produce al ADN y cómo nuestro cuerpo repara el daño. Por ejemplo, la obesidad aumenta la inflamación y las hormonas sexuales en nuestro cuerpo, y ambos pueden aumentar la probabilidad de que se dañe el ADN. Cuanto más daño en el ADN haya, más difícil será repararlo siempre, por lo que hay más posibilidades de que el daño en el ADN se convierta en cáncer»
El estudio constaba que un aumento en el IMC de aproximadamente cinco kg / m2 aumentaba el riesgo de cáncer colorrectal en un 23% para los hombres, pero solo en un 9% para las mujeres. Mientras que un incremento equivalente en la proporción cintura-cadera suponía un aumento en el riesgo de cáncer colorrectal para las mujeres de un 25 por ciento, pero solo del 5% para los hombres.
Para leer más, ingresa aquí