El jefe de gabinete entrante de la Casa Blanca dijo el domingo que la respuesta del presidente electo Joe Biden a la campaña de piratería masiva descubierta la semana pasada iría más allá de las sanciones.
Por Raphael Satter/ Reuters
Ron Klain dijo que Biden estaba trazando formas de hacer frente a los presuntos piratas informáticos rusos que han penetrado en media docena de agencias gubernamentales de Estados Unidos y han dejado expuestas a miles de empresas estadounidenses.
“No se trata solo de sanciones. Son los pasos y las cosas que podríamos hacer para degradar la capacidad de los actores extranjeros de participar en estos ataques”, dijo Klain en“ Face the Nation ”de CBS.
Las opciones que está considerando la administración Biden para castigar a Moscú por su supuesto papel incluyen sanciones financieras y ataques de represalia a la infraestructura rusa, dijeron a Reuters personas familiarizadas con el asunto.
El Kremlin niega cualquier papel en la piratería.
Biden, quien se convierte en presidente el 20 de enero, probablemente tendría el apoyo bipartidista para una reacción fuerte a la campaña de espionaje, indicaron dos senadores el domingo.
El senador republicano Mitt Romney dijo que la filtración de datos fue “extraordinariamente dañina” en “Meet the Press” de NBC.
“Esto exige una respuesta”, dijo. “Esto es algo que tenemos que abordar lo antes posible”.
El senador estadounidense Mark Warner, el principal demócrata en el Comité de Inteligencia del Senado, dijo en ABC que el hackeo aún podría continuar y que los funcionarios aún deben determinar su alcance total. Pero no llegó al lenguaje agresivo usado por Romney, quien llamó al hack “una invasión”.
“Esto está en esa zona gris entre el espionaje y un ataque”, dijo Warner. Aun así, respaldó el llamado de Romney a tomar represalias, diciendo que Washington necesitaba dejar en claro a los adversarios “que si toman este tipo de acción, nosotros y otros contraatacaremos”.
Los funcionarios y los profesionales de la ciberseguridad en todo Estados Unidos todavía están luchando por controlar la escala de la campaña de piratería, que utilizó a la empresa de tecnología estadounidense SolarWinds como trampolín para infectar a los clientes de la empresa de Texas, incluidos los Departamentos del Tesoro, Comercio y Energía.
Hasta 18.000 clientes quedaron abiertos a los piratas informáticos, pero el director ejecutivo Kevin Mandia, cuya empresa FireEye ayudó a descubrir el pirateo, dijo a CBS que estimaba que “solo alrededor de 50 organizaciones o empresas, en algún lugar de esa zona”, se vieron “realmente afectadas”.
Klain le dijo a CBS que aún se desconoce mucho.
“Creo que todavía hay muchas preguntas sin respuesta sobre el propósito, la naturaleza y el alcance de estos ataques específicos”, dijo.