Falta de presupuestos, bajos sueldos, daños en las infraestructuras y hasta eliminación de beneficios contractuales, fueron algunos de los golpes que enfrentaron los docentes de las principales universidades públicas de Lara en el 2020, pero, el reto mayor de este año fue sin duda alguna la llegada de la pandemia que obligó a migrar el aula a la modalidad virtual.
Por María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA
Con la entrada en vigencia de la cuarenta social por la COVID-19, las clases en todos sus niveles fueron suspendidas desde el mes de marzo y las universitarias no fueron la excepción. La UCLA, UPEL y Unexpo quedaron con semestres sin concluir y todos sus estudiantes con la incertidumbre de no saber lo que pasaría con sus clases.
A medida que iban pasando los días, las autoridades estaban indecisas de iniciar un semestre a través de la modalidad virtual, pues a pesar que el Ministerio para la Educación Universitaria anunció el plan “Universidad en Casa”, no estaban preparadas de manera tecnológica para asumir ese reto de manera forzada al no contar con computadoras, buen internet, aulas virtuales y un personal capacitado en el área online.
Rita Añez, rectora de la Unexpo, explicó que el mayor reto que tuvieron que asumir en lo académico fue pasar de lo presencial a lo virtual “porque la gente debía entender que la pandemia existe y que no podemos estar de manera presencial”, pero explicó que sin duda alguna el mayor obstáculo es y sigue siendo la falta de herramientas tecnológicas.
Para avanzar tuvieron que crear su propia plataforma virtual, capacitar a los docentes y adecuarse a lo que tenían en la mano, pues todo el personal requiere de inversión que no tienen. Tanto la UCLA y la Unexpo hicieron un esfuerzo por culminar el semestre e iniciar otro especial, donde solo se ven hasta el momento materias teóricas e incluso en la UCLA lograron realizar intensivos para avanzar y compensar el tiempo que estuvieron sin clases.
Sin continuar
Las clases virtuales no permiten que toda la comunidad estudiantil pueda acceder, pues no todos cuentan con un celular inteligente, una computadora o internet, en especial quienes son de zonas foráneas. En el caso del semestre especial de la Unexpo no todos los estudiantes se pudieron inscribir porque la cantidad de cupos era limitada.
En la UPEL, Blanca Terán, presidenta de la Asociación de Profesores de la UPEL (Aproupel) dijo que la universidad hasta el momento no ha podido avanzar porque no cuentan con buenos servidores ni un aula virtual que les permita dar continuidad académica “no hay presupuesto para eso, la universidad no está actualizada”. Contó que las autoridades llamaron a clases virtuales, pero no hay un orden, pues el tema de la comunicación es tormentosa.
Desde la Federación de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv) fueron claros y contundentes en no incorporarse a las clases en ninguna de las modalidades es decir, ni presencial ni virtual hasta tanto el Gobierno Nacional no facilite todas las herramientas tanto de bioseguridad como tecnológica para seguir.
Profesores de la UCLA, UPEL y Unexpo se apegan al comunicado y hasta el momento no se han incorporado a las clases presenciales. Gonzalo Meléndez, presidente de la Asociación de Profesores de la Unexpo (Apunexpo) dijo que no volverán al aula, pues además de la pandemia, señaló que tienen precarias condiciones ante la falta de sueldos dignos y por los beneficios contractuales que han ido desapareciendo.
Desastroso
Sobre el tema de presupuesto y mantenimiento preventivo en las universidades, este año no fue el más favorable, pues no tuvieron como darle un cariñito a sus casas de estudio. Todavía presentan paredes que se están derrumbando, monte en áreas de recreación y falta de servicios públicos.
Gonzalo Meléndez, presidente de Apunexpo dijo que este año fue uno de los más rudos, pues comentó que antes de la pandemia el Gobierno Nacional enviaba presupuestos chucutos, pero ahora la exclusión fue mayor, lo que ocasionó que las casas de estudio se vinieran al piso.
“No hay presupuesto para nada, lo único que mandan es para los sueldos y salarios, este es un año muy fuerte” dijo el profesores, detallando que aún se mantienen al pie de lucha por la universidad.
Los profesores y estudiantes dicen que ellos hacen de tripas corazones para sacar adelante sus clases, pues están conscientes que el Gobierno lo único que quiere es cerrar las casas de estudio y que las quieren asfixiar al no enviar recursos ni para el mantenimiento ni para providencias, dijo José Monasterio, miembro de la Federación de Centros de Estudiantes (FCU) de la UCLA por ser formadores del futuro de Venezuela.