El ex primer ministro japonés, Shinzo Abe, se disculpó el viernes ante el Parlamento por un escándalo relacionado con la financiación de recepciones organizadas para sus partidarios, por el cual los fiscales decidieron no acusarlo.
Abe, de 66 años, quien dimitió en septiembre por razones de salud después de batir récords de longevidad como primer ministro (casi nueve años), negó cualquier malversación personal, pero admitió que algunas de las declaraciones que hizo frente al Parlamento resultaron ser erróneas.
“Aunque no lo sabía, siento una responsabilidad moral. Lo lamento sinceramente y pido disculpas a mis colegas” del Parlamento, dijo frente a la cámara baja.
“Resulta que di explicaciones contrarias a los hechos”, admitió y se comprometió a “trabajar duro para servir al pueblo ganando su confianza”.
Según la ley japonesa, los gastos realizados para eventos políticos se deben declarar. Sin embargo, la oficina de Abe no lo hizo con cenas que un grupo político que lo apoyaba organizó varias veces en la víspera del Festival nacional de los Cerezos en Flor, patrocinado cada primavera por el gobierno.
Su despacho habría gastado más de ocho millones de yenes (63.000 euros, 77.000 dólares) en estos eventos durante cinco años, hasta 2019, informaron medios locales.
Los fiscales interrogaron al ex primer ministro al respecto, pero anunciaron el jueves que no sería procesado.
El actual primer ministro Yoshihide Suga, quien fue mano derecha de Abe, también se disculpó por declaraciones erróneas sobre estos pagos.
Abe, procedente de la derecha nacionalista japonesa, sobrevivió a varios escándalos cando estaba en el poder, especialmente en relación con la fiesta de los cerezos en flor.
El gobierno de Abe fue acusado de invitar a este evento a sus seguidores e incluso a un miembro de la organización yakuza, la mafia japonesa.
AFP