Un maestro de preescolar de Charlotte, Carolina del Norte recientemente perdió su trabajo y luego su padre por el coronavirus, pero en la víspera de Navidad ganó $ 250,000 en una lotería de raspar.
“Caí de rodillas en el surtidor de gasolina”, dijo Joe Camp sobre raspar su premio, describiendo su cambio de fortuna en un comunicado de prensa de la Lotería de Carolina del Norte.
Camp, padre y abuelo, dice que usará el dinero que ganó en su billete de la suerte “Gold Rush” en su familia.
Sus planes incluyen comprar una nueva casa que pueda pasar a sus nietos y pagar la educación de su hija.
“Lo que planeo hacer con mis ganancias es tener un futuro para mi hija”, dijo. “Quiero tener algo para nosotros. Nunca tuve nada.
“Nadie transmitió nada, y eso es lo que quiero hacer”.
Su racha de mala suerte incluyó ser despedido en septiembre de un trabajo docente que había tenido durante dos décadas, y luego perder a su padre por COVID-19 solo un mes después. Había aceptado un trabajo en un concesionario de automóviles cuando cambió su suerte.
“Me puso en un lugar oscuro”, dijo Camp. “Pero tengo muchos amigos y familiares que simplemente me dijeron que me mantuviera ahí, que siguiera creyendo en mí”.