El seguimiento de las tasas de vacunación contra la enfermedad COVID-19 permite tomar dimensión y comprender la escala de protección contra el virus SARS-CoV-2 que se va tejiendo en el mundo y al mismo tiempo facilita el seguimiento de cómo se distribuyen los inoculantes en la población, en las regiones y en cada nación en particular.
Por Infobae
Así es cómo se desprende el dato que Israel es -por lejos- el país que más vacunas administró por cada 100 personas de su población (8,8 millones) y dosis diarias aplicadas en los últimos 7 días por cada millón de habitantes, al 6 de enero, con una tasa de vacunación del 17,14% y 13.864 dosis diarias respectivamente. La información se desprende del sitio británico rastreador especializado en estadísticas oficiales en tiempo real Our World In Data, que toma cifras de la Universidad de Oxford.
Sucede que con la aprobación -de emergencia- y el comienzo del proceso de aplicación de diferentes vacunas en varios países del mundo, se agregó esta estadística clave a considerar para dirigir las políticas sanitarias y manejar con éxito los vericuetos que plantea esta pandemia global: la cantidad total de vacunados por cada 100 personas y la cantidad de dosis diarias aplicadas por millón de habitantes y en un rango de 7 días. Estos datos ya forman parte de prestigiosos sitios estadísticos internacionales que siguen la evolución del COVID-19, como el de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos, los CDC Europeos, Worldmeters y Our World in Data, entre otros.
Israel vacunó a más de 1.48 millones de personas contra COVID-19, según anunció el primer ministro, Benjamín Netanyahu: “Estamos rompiendo todos los récords. Trajimos millones de vacunas al Estado de Israel. Estamos por delante de todo el resto del mundo gracias a nuestras excelentes Organizaciones para el Mantenimiento de la Salud”, dijo el mandatario en comunicado oficial.
“El sistema médico israelí, formado por inmigrantes, se basa en una red médica de Organizaciones para el Mantenimiento de la Salud, conocidas en inglés como Health Medical Organization (HMO) o Asociaciones de Socorro Mutuo”, explicó el doctor Shimshon Erdman, director del departamento de Relaciones Internacionales con Latinoamérica de la Asociación Médica de Israel.
Además del sistema médico nacional, integrativo e integral, otro elemento de éxito, según indicó Erdman, fue la velocidad de compra de las vacunas: “Israel trató de obtener las dosis lo más rápido que pudo, las compró y pagó incluso antes de que fueran aprobadas por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU)”.
Por debajo de Israel (17.14) en la tabla que compara el número total de dosis de vacunación administradas por cada 100 personas de la población total, se encuentran los Emiratos Árabes Unidos con 8.35, luego Bahréin con 4.02, Estados Unidos con 1.6, Reino Unido con 1.39, Dinamarca con 1.09, Rusia con 0.55, Italia con 0.51, Alemania con 0.44 y Canadá con 0.43 vacunados cada 100 personas. El total global corresponde a 0,2.
En el caso de inoculados diarios por cada millón de habitantes, primero se ubica Israel con 13.864, segundo España con 1.209, Dinamarca con 1.146, Irlanda del Norte con 1.127, Estados Unidos con 1,084, Bahréin con 937, Escocia con 873, Italia con 691, Reino Unido con 639 e Inglaterra con 617 dosis diarias. Se trata de un promedio móvil de 7 días por millón de personas en la población total. Esto se cuenta como una sola dosis y puede no ser igual al número total de personas vacunadas, dependiendo del régimen de dosis específico de por ejemplo, las personas que reciben múltiples dosis.
Según se precisa en Our World In Data, en el mundo se aplicaron hasta el momento 15.56 millones de dosis de vacunación contra el COVID-19, 5.31 millones de ellas en los Estados Unidos, 4.5 millones en China, 1.48 millones en Israel, 944 mil en Reino Unido y 52.195 en Argentina.
Varias instituciones mantienen sitios web en los que enumeran las vacunas candidatas a COVID-19 que se están desarrollando. El Rastreador de vacunas de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres se actualiza semanalmente y muestra la etapa actual de cada desarrollo. El rastreador de vacunas de la OMS, que monitorea todas las posibles vacunas COVID-19 que están en desarrollo. Lo propio realiza el Instituto Milken: que publica y actualiza periódicamente un rastreador de posibles tratamientos y vacunas para COVID-19 en los que los científicos están trabajando actualmente. También el New York Times incluye breves resúmenes de cada desarrollo.
En este contexto, ¿cómo está ubicada la Argentina? Según aclaran desde el rastreador estadístico, y tras haber mensurado el caso local desde el comienzo de la vacunación con las primeras 300.000 dosis de la vacuna rusa desarrollada por el Centro Gamaleya, Sputnik V, con 52.195 aplicaciones y un 0.12% de su población vacunada, el país sudamericano se ubica décimo quinto en el ranking de naciones que más vacunaron por cada 100 personas y con 113 dosis diarias, está décimo tercero por cada millón de habitantes en relación a las aplicaciones inoculadas por día.
Consultado por Infobae respecto a la estrategia adoptada por la Argentina para la campaña de vacunación contra el COVID-19, el bioinformático e investigador del CONICET Rodrigo Quiroga advirtió: “El Gobierno no está vacunando pensando en la inmunidad de rebaño en el corto plazo, no están pensando en cortar la transmisión del virus, ya que saben que para lograr ese objetivo hace falta una cantidad de vacunas que será difícil conseguir comprar por el momento. Muy distinto es el caso de Israel, que sí busca cortar la transmisión de la propagación del virus por que cuenta con las vacunas en su poder y así ya puede vacunar a un importante porcentaje de su población y además cuenta con una gran capacidad logística para llevar adelante esta campaña de forma rápida y con gran cantidad de medios disponibles”.
El Gobierno argentino pretende llegar al número de 5 millones de vacunas aplicadas por mes, de acuerdo a las estimaciones más optimistas. Pero primero hay que conseguir tener esas vacunas y la puja por las dosis en el mundo es cada vez más fuerte. La idea es conseguir las vacunas lo antes posible y la clave está en contar con esas dosis. Estados Unidos pensaba vacunar 20 millones de personas para fines de 2020 y solo consiguió aplicarla a 2 millones. El gran problema o dilema al día de hoy es conseguir las dosis”, amplió.
En diálogo con Infobae, el físico, investigador UBA y Conicet e integrante del comité de asesores del gobernador bonaerense Axel Kicillof, Jorge Aliaga explicó: “Hay un documento publicado en el Boletín Oficial que establece una estrategia integral con prioridades. Había un cierto debate teórico si convenía vacunar primero a los que corrían más riesgo, es decir los adultos mayores y los expuestos al virus, o a los que se contagian más. Lo que más prima internacionalmente es inocular a los que sufren más, es decir a los más grandes. Está estudiado que las vacunas actuán para que las personas no se enfermen gravemente, mientras que lo que no está comprobado porque aún no se estudia es si las personas vacunadas no contagian. Si eso no está claro, no tendría mucho sentido vacunar a los más jóvenes, ¿qué no contagien? Por eso en todo el mundo se elige la estrategia de vacunar a los mayores, al personal de riesgo y a las personas más expuestas”.
“Israel es un país muy militarizado, que permite contar con una logística muy importante, para los traslados, la distribución y aplicación. Hace que este tipo de procesos se puedan organizar muy bien. Estados Unidos, por ejemplo, que es un país extenso viene con un ritmo o tasa de vacunación muy lenta por la dificultad que conllevan este tipo de campañas sanitarias masivas. Todos los países buscan lograr conseguir la inmunidad de rebaño. Para marzo, abril, -de acuerdo a lo comunicado por el mismo gobierno nacional- se pretende llegar a tener vacunados a 12 millones de argentinos, de los cuales según detalla el decreto publicado en Boletín Oficial, serían alrededor de 3,5 millones mayores de 70 años y 3,5 millones entre 60 y 70”, precisó Aliaga.
Según datos del REFEPS (Registro Federal del Personal Sanitario), se estiman inicialmente 763.000 trabajadores de la salud al 9 de noviembre de 2020. De acuerdo a reportes de las diferentes Fuerzas de Seguridad y Armadas, se estiman 500.000 personas que trabajan en esta área, que se encuentra también dentro de los trabajadores con prioridad a la hora de recibir la vacuna.
Por su parte, el Ministerio de Salud detalla que son 7.279.394 las personas mayores de 60 años en la Argentina, en función de cruce de información por DNI de SUMAR, REDES, PROTEGER e INCLUIR SALUD y proyecciones poblacionales 2021 elaboradas en base al Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010. En este punto cabe resaltar que la ANMAT (organismo descentralizado encargado de garantizar la calidad y seguridad de medicamentos, alimentos y tecnología médica en la Argentina) y en consecuencia la cartera sanitaria espera la documentación por parte del Centro Gamaleya que confirme la eficacia, efectividad y seguridad de Sputnik V en mayores de 60 años para poder comenzar la vacunación en esta franja etaria.
Por este motivo y según amplió Quiroga, “para vacunar completo al grupo de profesionales de la salud faltan 450 mil vacunas además de las 300 mil iniciales que ya se están aplicando y luego harían falta 2 millones más para los mayores de 70”.
De acuerdo al experto en bioinformática, quien también es docente en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba, “según la información que difundieron desde el Ministerio de Salud de cómo piensan vacunar, los grupos prioritarios son y serán los de riesgo. La idea es disminuir la morbimortalidad de la enfermedad, vacunando primero a los que la padecen más fuerte. Una vez que suceda eso, la mortalidad cae estrepitosamente, a pesar de que la enfermedad sigue circulando. El Gobierno argentino apuesta a vacunar los grupos de riesgo para disminuir la mortalidad o letalidad. Me parece una estrategia y pragmática ya que está muy bien intentar reducir las muertes e internaciones lo más posible, en un contexto en donde los nuevos casos diarios de COVID-19 no paran de crecer”.
Sobre este punto, alertó: “Estamos en plena segunda ola, ya que por ejemplo la Ciudad de Buenos Aires duplica casos cada 16 días y la Provincia de Buenos Aires cada 20, cuando hacia fines de noviembre estaban disminuyendo lentamente los casos, y ahora están aumentando de forma muy veloz y exponencial y por eso se ha tomado la medida de la restricción de circulación nocturna, que me parece muy buena”.
“La movilidad en horas de la noche es la que más aumentado en los últimos meses. Si se cumpliera entonces esta medida, se podría disminuir el aumento de los positivos. Ya se aplicaron en varios lugares del país como en Córdoba y tuvo resultados buenos mientras se controló”, opinó Quiroga a Infobae.