El 6 de enero estaba destinado a ser un día muy normal, en el que el Congreso estadounidense confirmaría la victoria en las urnas del demócrata Joe Biden. Pero lo que iba a ser una mera formalidad se convirtió en una jornada de violencia y caos inimaginables.
Donald Trump, decidido a no reconocer su derrota ante Joe Biden, y miles de sus seguidores que vinieron a Washington a apoyarlo obstruyeron el proceso.
La violencia estalló dentro del recinto del Capitolio y llevó a la capital federal a decretar el toque de queda.
Esta es la cronología de los acontecimientos.
– Los pro-Trump llegan a Washington –
Decenas de miles de partidarios del presidente republicano, con banderas de Trump 2020 y gorras rojas de “Make America Great Again” empiezan a llegar a Washington.
Venidos de todos el país, a veces en autobuses, cruzan la capital, una ciudad profundamente demócrata, donde los escaparates de la mayoría de tiendas y edificios del centro se han atrincherado por miedo a los disturbios.
Convergen en una explanada cerca de la Casa Blanca, donde Donald Trump debe hablar. El presidente republicano advierte que será un día “loco”.
– Trump habla –
Hacia el mediodía, Donald Trump llega al escenario y pronuncia un largo y virulento discurso bajo un cielo nublado.
“Nunca nos rendiremos. Nunca cederemos”, dice. “Nunca recuperaremos nuestro país siendo débiles. (…) Tienen que ser fuertes”.
El multimillonario republicano se encomienda a su vicepresidente, a quien pide que no apoye la victoria de Joe Biden en la sesión especial del Congreso que debe presidir.
“Sé que todos los presentes pronto marcharán hacia el Capitolio para hacer oír sus voces de forma pacífica y patriótica”, añade Trump.
– Los legisladores empiezan la sesión –
Alrededor de las 13h00, los legisladores de ambas cámaras comienzan el proceso de certificación de los resultados de la elección presidencial.
Justo antes del comienzo de la sesión, Mike Pence declara en una carta que no se opondrá, ya que cree que este derecho pertenece a los representantes electos.
El líder de los senadores republicanos, Mitch McConnell, apoyo de Donald Trump durante su mandato, advierte sin embargo a sus colegas de un riesgo “mortal” para la democracia.
Pero desde el principio de la sesión los republicanos se oponen a los resultados de las elecciones en el estado de Arizona. Siguiendo un proceso muy preciso, las dos cámaras se separan para debatirlo.
– Los manifestantes invaden el Congreso –
En el mismo momento, los manifestantes pro-Trump se acercan al Capitolio.
Los edificios auxiliares son evacuados y algunos manifestantes desbordan las barreras policiales. La sesión se interrumpe y ambas cámaras son puestas en confinamiento.
Se produce el caos: se disparan gases lacrimógenos en la rotonda del interior del Capitolio y los policías sacan sus armas.
Las imágenes impresionantes de manifestantes en los pasillos del Congreso, posando en la tribuna de la cámara baja o en la oficina de su presidenta, Nancy Pelosi, circulan por todas partes.
Una mujer resulta herida de bala y la policía anuncia más tarde su fallecimiento, sin dar detalles sobre las circunstancias o sobre su identidad.
La alcaldesa de Washington decreta el toque de queda a partir de las 18h00 y llaman a la Guardia Nacional como refuerzo.
Donald Trump hace varios tuits pidiendo calma y recordando su divisa “ley y orden”.
Finalmente pide a sus seguidores que se vayan a casa, en un video donde les dice al mismo tiempo que los “ama” y donde vuelve a decir que le han “robado” las elecciones. Twitter y Facebook retiran el vídeo poco después.
En un breve discurso desde su ciudad natal de Wilmington, Delaware, Joe Biden denuncia una “insurrección”. Algunos legisladores hablan de intento de “golpe de estado”.
– Vuelta a la calma –
Después de que el toque de queda entra en vigor, los manifestantes son dispersados por las fuerzas de seguridad. Alrededor de las 18h30, un oficial anuncia que el Capitolio está de nuevo en seguridad. Poco después de las 20h00, se reanuda la sesión para certificar la victoria de Joe Biden. AFP