De las últimas cosas que recuerda Pamela Lorduy Marín fue el mensaje que le envió a su mejor amiga horas antes de su caída. No había vuelta atrás, era urgente –como le decía en el mensaje- irse del apartamento en la que convivía con su novio en ese entonces, en el barrio Las Cometas, en Envigado, sur del valle de Aburrá.
Lo que pasó después parece ser una película que se repite en su mente, pero que no vio con claridad desde el principio.
Esta psicóloga de 28 años vivió hace más de un año un terrible suceso de violencia contra la mujer, que hoy le ha dejado secuelas irreparables.
El domingo 9 de junio del 2019, después de una fuerte discusión, presuntamente su novio la lanzó al vacío desde un noveno piso, una altura superior a los 27 metros.
La historia comenzó 15 días atrás, cuando tuvo una fuerte pelea con su pareja. Allí decidió que lo mejor era irse del apartamento 907, donde convivía con él desde hacía seis meses. Pero, para esto, se daría un tiempo de dos semanas, plazo que no alcanzó a cumplir.
Con dolor, Pamela relata que cuando cuenta su historia la reacción más recurrente es juzgar el hecho de que ella no hubiera partido antes del lugar. Pero, dice que ella no se imaginó que esto sucedería.