Luego de saltarse todos los protocolos legislativos, Nicolás Maduro regresa al Palacio Federal Legislativo para rendir su “memoria y cuentos” a la Asamblea fraudulenta que escogió el pasado 6 de diciembre de 2020.
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El dictador chavista no hacía frente a un parlamento desde el año 2016, cuando se atrevió a hacerle frente a la Asamblea Nacional electa en 2015 por el pueblo venezolano. Desde entonces, siempre catalogó a la Cámara de diputados, con mayoría opositora, como “en desacato”.
A partir de 2017, Maduro rindió sus cuentas ante la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente, encargada de redactar una nueva Constitución, pero que nunca se concretó. La ANC fue el as bajo la manga del chavismo para sortear la ley en Venezuela.
Durante esos tres años, el régimen bajo sus órdenes ha perseguido, arrestado y censurado a los legítimos parlamentarios venezolanos.
El 15 de diciembre de 2020, Diosdado Cabello fijó como fecha de disolución de la ANC tres días después, el 18 de diciembre, argumentando que cumplió todos sus objetivos exceptuando el de crear una nueva Constitución.