La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) advirtió este miércoles que el “bloqueo indefinido” en las redes sociales a las “expresiones de una persona pública” como el presidente saliente de EE.UU., Donald Trump, “implica censura previa”.
Se trata de “censura previa”, tal como la define el punto 5 de la Declaración de Salta sobre Principios de Libertad de Expresión de la Era Digital, porque se “infieren delitos o faltas que todavía no ocurrieron”, señaló la SIP en un comunicado.
Esto es así, precisó la SIP, con sede en Miami, al margen de la “justificación autorregulatoria” de las plataformas por la responsabilidad de Trump en los hechos de violencia sucedidos en el asalto al Capitolio por parte de algunos de sus simpatizantes el pasado 6 de enero.
El viernes pasado, Twitter suspendió permanentemente la cuenta personal de Trump ante el “riesgo de una mayor incitación a la violencia” tras el asalto al Capitolio, y tanto Facebook como Instagram han bloqueado el acceso del republicano a sus cuentas.
Acciones similares emprendieron plataformas como YouTube, Snapchat, Twitch y TikTok, así como la eliminación de la red conservadora Parler, en Amazon, y en las aplicaciones de Apple y Google.
Jorge Canahuati, presidente de la SIP, se planteó si una plataforma privada, con características de red pública por su alcance y masividad, puede decidir sobre los temas de debate público o censurar voces, por más “irrazonables” que parezcan.
“Lo peligroso es que se deja de considerar la aplicación correcta del principio de responsabilidad ulterior”, agregó Canahuati.
Por su parte, Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, apuntó en el comunicado que la “confusión global” sobre las medidas adoptadas se debe a que las “plataformas han sido erráticas en la aplicación de criterios ante situaciones similares ocurridas en países diferentes”.
Por eso, subrayó, la Declaración de Salta resulta “imperativa” ante las plataformas al decir que “sus políticas y criterios para restringir la circulación de contenidos deben ser claros y transparentes”.
De otra manera, dijo, incurren estas en lo que se denomina “cultura de la cancelación”, con el agravante de que, así, “pueden estar obturando el debate público”.
Ante la presión que pudieran experimentar las grandes plataformas estadounidenses por el inminente cambio de Gobierno en el país, Jornet recordó el artículo 13 de la Declaración de Salta, que pide a los intermediarios tecnológicos “comprometerse con el respeto y la promoción de la libertad de expresión” y no ceder “ante presiones de Gobiernos u otros grupos de poder”.
Si el argumento es de “incitación a la violencia” o “aliento a la insurrección”, las plataformas pudieron haber borrado los mensajes que consideraban ilegales o disponer una suspensión breve de la cuenta de Trump.
Ambos directivos de la SIP avisaron que las medidas adoptadas por estas plataformas pudieran desembocar en una “carrera legislativa desenfrenada por regular la libertad de expresión en el área digital”, una de las mayores amenazas según la Declaración de Salta sobre Principios de Libertad de Expresión en la Era Digital.
EFE