Phil Spector, el excéntrico y revolucionario productor musical que transformó la música rock con su método “Wall of Sound” y que luego fue condenado por asesinato, falleció. Tenía 81 años.
Por AP
Los funcionarios de la prisión del estado de California dijeron que murió el sábado por causas naturales en un hospital.
Spector fue condenado por asesinar a la actriz Lana Clarkson en 2003 en su mansión tipo castillo en las afueras de Los Ángeles. Después de un juicio en 2009, fue sentenciado a 19 años a cadena perpetua.
Clarkson, protagonista de “Barbarian Queen” y otras películas de serie B, fue encontrado muerto a tiros en el vestíbulo de la mansión de Spector en las colinas que dominan la Alhambra, una modesta ciudad suburbana en las afueras de Los Ángeles.
Hasta la muerte de la actriz, que Spector sostuvo que fue un “suicidio accidental”, pocos residentes sabían que la mansión pertenecía al solitario productor, que pasó los años que le quedaban en un hospital de la prisión al este de Stockton.
Décadas antes, Spector había sido aclamado como un visionario por canalizar la ambición wagneriana en la canción de tres minutos, creando el “Muro de sonido” que fusionaba armonías vocales animadas con lujosos arreglos orquestales para producir monumentos pop como “Da Doo Ron Ron” “Be My Baby” y “Él es un rebelde”.
Fue el raro artista consciente de sí mismo en los primeros años del rock y cultivó una imagen de misterio y poder con sus sombras oscuras y expresión impasible.
Tom Wolfe lo declaró el “primer magnate de los adolescentes”. Bruce Springsteen y Brian Wilson replicaron abiertamente sus grandiosas técnicas de grabación y su gran romanticismo, y John Lennon lo llamó “el mayor productor de discos de todos los tiempos”.
El secreto de su sonido: una avalancha sobregrabada de instrumentos, voces y efectos de sonido que cambiaron la forma en que se grababan los discos pop. Llamó al resultado “Pequeñas sinfonías para los niños”.