Tensión en Túnez tras una cuarta noche de enfrentamientos

Tensión en Túnez tras una cuarta noche de enfrentamientos

 

 





Túnez seguía en tensión este martes después de una cuarta noche de enfrentamientos, a pesar del toque de queda por el coronavirus y la intervención del presidente Kais Saied pidiendo calma.

El toque de queda a partir de las 20h00 horas, vigente desde octubre para intentar contener la pandemia, se adelantó a las 16h00 de jueves a domingo y está acompañado de un confinamiento.

Los disturbios estallaron en varias regiones un día después del décimo aniversario de la caída de Zine el Abidine Ben Ali, derrocado el 14 de enero de 2011, y continuaron hasta la noche del lunes al martes.

En Túnez, cientos de jóvenes arrojaron piedras y algunos cócteles molotov a los agentes de policía desplegados en varios barrios obreros, incluido el de Ettadhamen. La policía disparó grandes cantidades de gases lacrimógenos.

En Sfax, la segunda ciudad más grande del país, los manifestantes prendieron fuego a neumáticos y cortaron carreteras, constató un periodista de la AFP.

También se produjeron enfrentamientos en Gafsa, donde los habitantes protestaban contra la destrucción por las autoridades de un punto de venta informal, indicó otro periodista.

Según los medios locales también hubo escaramuzas en Kef, Bizerte (norte) y Kasserine (centro-oeste), así como en Susa y Monastir (centro-este).

Estas protestas, que se repiten cada mes de enero, cuando se celebran aniversarios de varias luchas sociales, no dieron lugar a reivindicaciones políticas claras y se vieron empañadas por los saqueos.

El ministerio del Interior anunció 632 arrestos el lunes y el ejército se desplegó para proteger algunos edificios públicos.

“Se niega y se subestima la ira entre los jóvenes, sobre todo porque los once gobiernos que se han sucedido (desde la caída de Ben Ali) no han tenido una estrategia para abordar la cuestión central del empleo”, dice Olfa Lamloum, director de la organización no gubernamental International Alert en Túnez, que trabaja en las zonas más marginadas del país.

Los dirigentes de Túnez, muy divididos, han permanecido en silencio y sólo el presidente Kais Saied, elegido ampliamente en 2019 con el apoyo de los jóvenes, visitó Ettadhamen el lunes y pidió no atacar a personas o propiedades en nombre del “derecho al trabajo, a la libertad y a la dignidad”.

AFP