Consorven y Funvape presentaron estudio sobre salud mental de las personas con discapacidad

Consorven y Funvape presentaron estudio sobre salud mental de las personas con discapacidad

Cortesía.

 

Desde el inicio de la pandemia en marzo 2020, algunas organizaciones en Venezuela han implementado programas de apoyo psicosocial -con atención remota- para mitigar los posibles emociones desfavorables que pudiera ocasionar la cuarentena y ofrecer herramientas para el manejo y autocuidado de la salud mental.

En ese sentido, la Confederación Sordos de Venezuela (Consorven) y la Fundación Vanessa Peretti (Funvape), presentaron a otras organizaciones que trabajan en el sector de protección, un informe sobre la situación de inclusión de Personas con Discapacidad en servicios de apoyo psicosocial en el marco de la emergencia por el covid-19.





Juan Ángel De Gouveia, presidente de Consorven, manifestó que el distanciamiento social no afecta por igual a todos, “este es el caso de las personas con discapacidad, que se han visto afectadas psicológicamente de manera desproporcionada por la situación estructural que enfrenta el país y más aún por las medidas de aislamiento; por tal razón, surgió la pregunta: ¿están accediendo las Personas con Discapacidad a los programas de apoyo psicosocial?”.

Para dar respuesta a esta interrogante, fue que Consorven y Funvape realizaron el estudio que permitió, además de identificar las necesidades de apoyo psicosocial de las Personas con Discapacidad, determinar las barreras que enfrenta este sector de la sociedad, al momento de intentar acceder a algún servicio de esta naturaleza.

Uno de los hallazgos de la investigación refleja, “que a pesar de las circunstancias en términos de conectividad, un número considerable de personas han hecho uso de estos servicios, demostrando que la asistencia psicológica es una necesidad imperiosa en estos tiempos de pandemia”.

 

 

De Gouveia aseveró que las medidas de aislamiento implementadas por el Estado para hacerle frente a la pandemia, “han generado efectos psicológicos negativos, incluidos confusión, enojo, agotamiento, desapego y ansiedad, pudiendo llegar incluso a trastorno de estrés postraumático y depresión; por ello, es necesario identificar las barreras que enfrenta la población con discapacidad para acceder a programas apoyo psicosocial, esto nos permitirá diseñar estrategias efectivas para superar las dificultades y contribuir con la inclusión y la equiparación de oportunidades en el acceso a los servicios”.

En ese particular se remitió a los resultados del estudio, donde “4 de cada 10 entrevistados se sintieron tan asustados que nada los podía calmar. También 4 de cada 10 experimentaron molestias e irritabilidad; 5 de cada 10 sintió apatía por las cosas que solían gustarle y 6 de cada 10 malestar por la situación que enfrenta el país”.

Agregó De Gouveia, que las Personas con Discapacidad indicaron que la principal razón de su alteración emocional es la inestabilidad económica del país, situación que les genera preocupación y angustia, influyendo en el desempeño de su vida cotidiana, ya que muchos perdieron sus empleos por la pandemia. En ese particular, muchos dijeron sentirse “una carga para sus familiares”.

Acotó que el confinamiento ha sido un detonante o agravante de los conflictos de convivencia en el hogar; en contraposición, la soledad también es una situación que no todas las personas pueden manejar. “La ausencia de interacción social podría acarrear trastornos de ansiedad que incluso podrían desencadenar ataques de pánico”.

Las Personas con Discapacidad entrevistadas, también recalcaron que han perdido independencia y se sienten desinformados al no contar con material en formatos accesibles. Por su parte los cuidadores, sienten incertidumbre, debido a que son ellos quienes tratan de garantizarles la mejor calidad de vida posible.

Como parte de las barreras identificadas, se observó la falta de difusión de información en formatos accesibles sobre los servicios disponibles en las comunidades. Las personas con discapacidad manifestaron desconocer a dónde acudir en caso de requerir atención o apoyo psicológico que les permita manejar los rasgos de ansiedad que puedan experimentar. De igual manera, la poca existencia de servicios de apoyo que aseguren canales de atención adaptados a las necesidades de este sector de la población, incorporando los ajustes razonables (intérpretes de señas, plataformas accesibles, etc.) que aseguren la inclusión y la atención de las personas con discapacidad.

Dentro de las recomendaciones ofrecidas por Funvape y Consorven para contribuir con la superación de las barreras en el acceso a los servicios de apoyo psicosocial y garantizar la inclusión, mientras permanezcan las medidas de confinamiento, se encuentra la difusión de información en formatos accesibles, para que las Personas con Discapacidad y otros grupos vulnerables conozcan sobre los servicios disponibles y puedan hacer uso de estos es igualdad de condiciones; garantizar servicios de atención inclusivos e incorporar en el diseño de programas y/o actividades el conocimiento de las Personas con Discapacidad y así garantizar accesibilidad y respuestas acorde a las necesidades específicas. Desarrollar métodos y protocolos de trabajos inclusivos, identificar las barreras que impiden la participación real y efectiva de las personas con discapacidad -y otros grupos vulnerables- a programas de atención psicosocial, así como la elaboración de presupuestos inclusivos, tomando en cuenta la inserción de ajustes razonables para personas con diferentes tipos de discapacidad.

Por último, De Gouveia realizó un llamado a todos los sectores de la sociedad, para asumir el compromiso con la inclusión ante los cambios que impone la nueva normalidad. Solicitó tomar en consideración las recomendaciones ofrecidas y trabajar de manera colaborativa en función de asegurar que las personas con discapacidad puedan tener oportunidades de atención de manera accesible. Manifestó la necesidad de trascender del discurso a la práctica y pidió a los presentes, hacer realidad el lema de Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad: “Que nadie se quede atrás”.