Los obispos de Centroamérica exigieron este miércoles a los gobiernos de la región no “vulnerar” los derechos de la caravana de migrantes hondureños que iba rumbo a Estados Unidos, además de un trato humanitario.
“Les pedimos (a los gobiernos) que no se vulneren sus derechos humanos (de los migrantes) y que haya una actitud profundamente humanitaria hacia los mismos independientemente de su situación migratoria”, dijo en un comunicado el Secretariado Episcopal de Centroamérica (Sedac).
Hacen el llamado “en nombre de la caridad política auspiciada por el papa Francisco”.
La reacción de los obispos se produce luego de que el lunes miles de migrantes que iban en caravana desde Honduras hacia Estados Unidos fueran dispersados con gases lacrimógenos por las fuerzas de seguridad en Vado Hondo, Guatemala.
Un día antes, esas mismas fuerzas habían apaleado a los migrantes.
En el comunicado firmado por el presidente del Sedac y arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, y el cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez, formularon un “llamado urgente” a las entidades garantes del respeto a los derechos humanos a mantenerse en “total alerta” para “defender” a los migrantes, especialmente a mujeres y niños.
La cúpula episcopal aseguró que reconoce el “legítimo derecho a la soberanía” de los países involucrados en el tránsito de los migrantes, pero pide respetar el “derecho de acceso al territorio y la no devolución” de todas aquellas personas que tienen una necesidad especial de protección internacional.
“Instamos a que se respete la unidad familiar” y a “garantizar la seguridad de las personas migrantes, impidiendo que sean víctimas del crimen organizado y la delincuencia común”, dijeron en el comunicado.
Los integrantes de la caravana de migrantes hondureños aseguran huir de la pobreza galopante, la violencia y de la destrucción dejada a su paso por los ciclones Iota y Eta en noviembre.
El Sedac llamó a los gobiernos de la región a desarrollar políticas que brinden oportunidades de superación a todos, “de estudio para los jóvenes y trabajo para los adultos; para que no se vean obligados a dejar su propio país poniendo en tan alto riesgo sus vidas”.
AFP