Un equipo internacional de arqueólogos ha hallado etiquetas de identificación de metal de niños asesinados en campos nazis en Polonia que podrían haber sido elaboradas por sus propios padres para permitir su localización.
Los trabajos se desarrollaron desde 2004 en el campo de concentración de Sobibor (sureste de Polonia) y permitieron rescatar en los últimos años las identificaciones de cuatro niños de edades comprendidas entre 6 y 12 años procedentes de Holanda.
“En nuestra opinión, probablemente estas etiquetas fueron hechas por sus padres para el traslado de los niños desde Holanda”, explicó a Efe en un correo el arqueólogo polaco Wojciech Mazurek, miembro del equipo que ha hecho el descubrimiento y que asegura que se trata de un hallazgo sin precedentes.
Los menores viajaron a Polonia en un transporte junto con otros 1.300 niños no acompañados hasta el campo nazi, donde desde abril de 1942 hasta mediados de octubre de 1943 los nazis mataron a unas 167.000 personas.
El campo formaba parte de la Operación Reinhard, el nombre en clave del plan secreto de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial para exterminar a los judíos polacos en el territorio del Gobierno General de la Polonia ocupada.
Las etiquetas, colgantes de metal que llevaban los niños alrededor del cuello, contienen sus nombres, fecha de nacimiento y el nombre de su ciudad natal.
“Hasta donde sabemos, las etiquetas de identidad con nombres de niños solo se han encontrado en Sobibor y en ningún otro lugar”, indicó Yoram Haimi, arqueólogo israelí del equipo, según un comunicado de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Dado que las etiquetas son muy diferentes entre sí, Haimi cree que estas fueron preparadas por sus padres de manera individual y que probablemente estaban “desesperados” por asegurarse de que los niños pudieran ser ubicados en medio del caos de la Segunda Guerra Mundial.
Formó también parte del equipo que halló las etiquetas el experto holandés Ivar Schute, y les ayudaron residentes polacos de la zona.
Se pudo de este modo saber que los niños a los que corresponden las etiquetas eran Lea Judith De La Penha, Deddie Zak, Annie Kapper y David Julda Van der Velde, de seis, ocho, doce y once años, respectivamente.
Los investigadores contaron con la colaboración del Centro Conmemorativo del Campo Westerbork, en el noreste de Holanda, que se utilizó como campo de tránsito en el Holocausto para los judíos deportados desde ese país a Europa del Este y que ahora alberga un centro de visitantes y un lugar conmemorativo.
Desde allí los investigadores recibieron fotos de los niños que contribuyeron a la identificación y así se ha podido atribuir rostros e historias a datos que hasta ahora solo contenían los nombres de los niños muertos en el campo nazi.
“La excavación arqueológica nos brinda la oportunidad de contar las historias de las víctimas y honrar su memoria”, añade el equipo en el comunicado.
Desde 2004 se han encontrado en Sobibor fosas comunes, restos de cámaras de gas, objetos personales y amuletos, entre otros elementos relacionados con el Holocausto.
“Esperamos que nuestra experiencia se utilice para ayudar en otros campos y lugares del Holocausto, especialmente allí donde los judíos fueron asesinados antes y después de la Operación Reinhardt”, explicó Mazurek. EFE