Uno de los recuerdos más recurrentes en la cabeza del venezolano, y uno de los temas que más suele salir a la palestra cuando se habla de la crisis que se vive desde dentro, es aquella Venezuela de las posibilidades, ese país de antaño que ciudadanos recuerdan con nostalgia y añoran, pero que en la actualidad no disfrutan debido a un factor político que acabó con muchos sueños, aspiraciones e inclusive, separó muchos hogares… hablamos del chavismo, por supuesto, de qué más.
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Dentro del abanico de capacidades que se rememoran, suele afirmarse que el venezolano tenía acceso para comprar vehículos, en especial nuevos, de agencia, debido a que muchas marcas poseían concesionarios y ensambladoras dentro del territorio nacional, asimismo, existía la posibilidad de importar carros al país desde otra frontera para adquirirlos, algo impensable en los tiempos que transcurren en esta era chavista y pandémica.
Ahora, es impensable soñar con asistir a una casa automotriz y acceder a comprar un carro. El poder adquisitivo del venezolano es nulo, muy pocos tendrían la posibilidad, y aún así, de tenerla, la producción de carros está limitada a niveles insólitos.
Para 2020, alrededor del 40% de las empresas del sector estuvieron paralizadas debido a la pandemia del coronavirus, según palabras del presidente ejecutivo de la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Autopartes (Favenpa), Omar Bautista, quien además acotó que durante el pasado año solo se armaron un poco menos de 90 unidades en todo el territorio nacional.
Para brindar más información sobre el tema, Pedro Villar, director de la casa de venta de autos Carmarket, fundada en 2015, y experto en venta de automóviles con más de 20 años de experiencia, sostuvo una amplia conversación con lapatilla.com y expresó sus sensaciones sobre el difícil momento que vive la industria automotriz en el país.
– ¿Cómo se encuentra la industria automotriz en estos momentos en Venezuela?
“Como la mayoría de los sectores en Venezuela, la industria automotriz está bastante desmejorada, no solo con la venta de vehículos, sino con todo lo que tiene que ver con prestación de servicio, venta de repuestos, talleres, entre otros”.
“Con el tema de los carros, casi todas las ensambladoras se fueron del país, por lo que no hay una oferta y demanda, o mercado normal dentro de Venezuela, sin embargo hay un movimiento más o menos importante de reventa de carros. En cuanto a oferta de carros nuevos, todavía hay, es una movida muy pequeña para el tamaño del país, pero aún se sigue moviendo, dentro de Venezuela hay un mercado entre carros de reventa y como nuevos”.
Según información de la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Autopartes (Favenpa), durante 2011 se ensamblaban al año 104.000 vehículos, además explican que en el país había un promedio de automóviles ensamblados que rodeaban los 100.000.
– ¿Cómo llegó hasta este punto de crisis el gremio automotriz en el país?
“El sector llega a la crisis por un tema de mal manejo político. Cuando las ensambladoras estaban fabricando carros y piezas aquí, toda la materia prima, los componentes que se traían de importación, las divisas, eran estrictamente a través del Estado, aquello que fue Cadivi y todos los mecanismos de ese momento para adquirir y hacer cambios en divisas. Entonces las ensambladoras se vieron en una situación en la que vieron que los dólares comenzaban a restringirse, y ellos comenzaron a restringir sus producciones hasta un punto en donde no se podía ensamblar carros en Venezuela por falta de materia prima”.
“Aparte, poco tiempo después, hubo un lapso de tiempo donde suspendieron las licencias de importación, es decir, ni siquiera se podía importar, con tus propias divisas, carros, ningún fabricante, dealer o persona particular. Esto hizo que los fabricantes se vieran atados de manos, porque no puedes prestar servicios ya que no tienes repuestos debido a que todos son importados, y los que debes traer tienen originales, fabricados por las marcas, por lo que las mismas se ven obligadas a dejar de funcionar”.
“Un caso puntual, el de Toyota, ellos siguieron aguantando la situación por el tema de la importación y cambio de ley, fabricaron muy poco, y en ese momento todavía ensamblaban, tuvieron un tiempo que trabajaban una semana sí y otra no. Fue bastante difícil, y por ello otras marcas dejaron de trabajar en el país o retiraron su representación comercial”.
Según información de Favenpa, el tema de las exportaciones es lo que se ha mantenido “a flote”, sin embargo, los volúmenes son muy pocos comparados con años precedentes. El organismo afirmó hubo años en que llegaron a exportar alrededor de $260 millones al año y en 2019 solo se exportaron $3,4 millones.
– ¿Cuántas marcas se han marchado de Venezuela?
“Cada fabricante tiene su propio método de manejo de marcado internacional, por ejemplo, el caso de General Motors, cuando el negocio deja de ser rentable se retiran del país, ellos no ven la marca como un todo, sino como una célula, y el negocio en Venezuela dejó de serlo y al no dar respuesta certera durante un tiempo determinado, ellos dejan de invertir o congelan ese mercado para no seguir generando pérdidas. Es uno de los motivos por el que se van.
Otros no tienen la infraestructura para sostener una situación económica o legal tan prolongada, por lo que cesan o congelan, esperando que la situación mejore para retomar funcionen.
Marcas, en general, se fueron todas de Venezuela. La única que conozco que puede tener una representación importante y presta el mejor servicio y la mejor post venta en el país es Toyota.
Otras como Ford, tiene en este momento una especie de representación, están vendiendo carros, trabajando aquí, pero no tienen un servicio integral, están muy restringidos en cuanto a la venta de repuestos y en la prestación de servicio.
Chevrolet no está, las marcas pequeñas como Hyunday, Mitsubishi, ya no están. Y los que traían carros importados que representaban sus marcas y su sello en Venezuela, tampoco están, ni siquiera con una oficina de representación, simplemente se retiraron y no quieren saber más nada”.
Carmarket cuenta con más de 13 mil seguidores en la red social Instagram, y Villar, además de promocionar la venta de vehículos, recomienda a usuarios y seguidores las opciones más viables dentro del mercado de carros usados en el país.