La escasez de gasolina mantiene a más del 50% de los transportistas de la nación parados. El régimen de Nicolás Maduro no se responsabiliza por el quiebre de PDVSA y el resto de los venezolanos pagan las consecuencias.
Los transportistas fluviales que trabajan en los ríos Orinoco y Caroní, están paralizados por la falta de combustible. Aseguran que el servicio no se ofrece con regularidad.
“Hoy andamos con las canaletas a la mano porque no tenemos gasolina para nuestros motores y llegar al mercado para vender nuestros productos”, dijo José Solís Marchan, transportista fluvial.
Igualmente, pidieron respeto por parte de las autoridades para que sean tomados en cuenta como transportistas masivos y puedan acceder a la gasolina.
“No se le distribuye gasolina al transporte público. Las lanchas que tenemos aquí llevan 31 pasajeros y es un transporte masivo”, agregó Edgar Hernández, también transportista.
Este trabajo es la única fuente de sustento para la mayoría de las familias y muchas de las poblaciones al rededor del Orinoco y Caroní, solo tienen acceso a través de ríos.