Son tesoros. Bienes, regalos, retazos de su historia; el sueño de cualquier fanático. Cuando falleció Diego Maradona, se supo que el Diez había dejado para sus herederos una gran cantidad de bienes que podrían ser explotados en un museo o negociados, al punto de generar una verdadera fortuna. En una baulera de Béccar se guardaban más de 200 objetos que llegaron de Dubai, pero también los hijos de la leyenda se llevaron de las casas de Brandsen y Tigre otras pertenencias que hoy tienen un valor incalculable. O que sólo podría ser definido por efecto de la oferta y la demanda en una compulsa en Internet. A dos meses de su muerte esos objetos pueden encaminarse a un remate internacional y quedar en manos de coleccionistas privados.
Por infobae.com
Esto es porque la semana pasada los cinco hijos del Diez (Dalma, Gianinna, Diego junior, Jana y Dieguito Fernando, que es representado por su mamá Verónica y su pareja y abogado Mario Baudry) dialogaron en el chat que comparten para ver qué destino darles a esos objetos. Entre las variantes conversadas se incluyó la posibilidad de hacer un museo para usufructuarlo en conjunto o el reparto a partir de un consenso entre los mismos, aunque uno de ellos subrayó que, de seguir dicho razonamiento, debían hacerlo frente a un escribano público. “No se pusieron de acuerdo en nada”, indicó una de las fuentes con acceso al grupo de WhatsApp. Así, de continuar las diferencias, los objetos podrían terminar en una subasta para luego distribuir el producido de manera equitativa. “Es una opción que se habló”, le aseguró a Infobae la misma fuente.
¿Cuáles son los objetos en disputa? En la baulera de Béccar, por caso, esperan su destino desde una carta escrita y firmada por Fidel Castro a la guitarra con la que Andrés Calamaro le compuso su canción, pasando por un balón de platino que le entregó la FIFA. O los sillones que le regalaron los jeques. O indumentaria icónica, que marca mojones en su línea temporal, como el pijama animal print con el que festejó su cumpleaños en 2016.
Otro tanto hay en el galpón rentado en Dubai, al que el administrador de la herencia, Sebastián Baglietto, todavía no tuvo acceso. Los elementos de mayor valor económico y sentimental se supone que viajaron a Buenos Aires en el contenedor. Pero entre las pertenencias que quedaron en Emiratos Árabes están las dos dos enigmáticas cajas fuertes, de las que se desconoce su contenido. “Son cosas que Diego guardó y sólo él sabía qué guardó. Pueden ser dirhams (la moneda emiratí), relojes, dólares o nada. A las cajas las metieron ahí y no las abrieron nunca más en estos más de dos años”, le contó a Infobae alguien que conocía al dedillo la intimidad de Maradona.
En la última propiedad que Diego consideró su hogar, la vivienda en el barrio cerrado Campos de Roca, tenía su “altar”, con bienes cercanos a su corazón como decorado de la pared principal del salón, la que tenía la chimenea como punto focal.
En el estante, por ejemplo, reposaba una réplica de la Copa del Mundo que Maradona alzó en el Mundial de México 1986 y que para cada nuevo visitante representaba un imán. Pero el anfitrión no a todos le permitía tocarla. Como patentó el ex capitán albiceleste, “hay muchos que hablan y no saben cuánto pesa la Copa del Mundo”.
Las paredes también ostentaban un regalo del Indio Solari. El músico, ex líder de los Redonditos de Ricota, le había obsequiado un cuadro, que tenía una dedicatoria profunda, con el sello del artista, y su rúbrica.
Las fotos asomaban aquí y allá, como diapositivas que recorrían cada suspiro de la leyenda. Abundaban las imágenes familiares, con sus hijos, hermanas y hermanos, con doña Tota y Chitoro, por separado, y juntos. Había una que tenía repetida, pero no le importaba. Es la misma que se multiplicó en carteles gigantes en la vía pública con el mensaje “amor eterno” tras su muerte. Se lo ve a un Diego jovial, con la cabellera abundante en rulos, frondosa, junto con sus papás sonrientes.
En la pared había un cuadro de la Bombonera, imponente; fotos suyas en Gimnasia (algunas, gentileza de la fotógrafa Eva Pardo), una gran imagen con la camiseta de Newell’s, la misma con la que lo homenajeó Lionel Messi en Barcelona; flashes de sus etapas en Boca, en Napoli, en la Selección, en Argentinos (incluida la manga inflable que confeccionó el Bicho con su representación, a la que ordenó encuadrar). También banderines, pelotas de diferente origen… Y dibujos de diferentes artistas, a los que les tomó un cariño especial, como los que le acercaron de doña Tota y de don Diego; omnipresentes.
Todo eso podría ser parte de una subasta impensada. ¿Cuál es una de las trabas que existen para un acuerdo? Es que, si bien por ahora no lo hacen público, los herederos están divididos en este tema porque saben que Claudia Villafañe, en representación de Dalma y Gianinna, tiene en su poder más de 400 objetos que estaban en litigio con Diego en vida. Esa causa está aún vigente en el Juzgado civil N° 77 y la jueza ya notificó a los herederos para que decidan qué van a hacer, ya que son ellos los que deben continuarla o dejarla caer. Entre los objetos están la camiseta del Mundial de 1986, las gorras que les regalaron Fidel Castro o Javier Sotomayor, botines míticos y decenas de camisetas propias y obsequios de estrellas de la talla de George Hagi, Davor Suker, Franco Baresi, Ruud Gullit, Gary Lineker, Careca, Alemao o Lothar Matthaus.
En agosto de 2019 la Justicia decidió allanar el departamento de Segurola y Habana donde no encontró ninguno de esos objetos. Pero la Jueza intimó a Villafañe al punto de que el 19 de octubre, casi un mes antes de la muerte de Maradona, en las oficinas de Fernando Burlando, Claudia exhibió una parte; 215 de los 490 objetos que Maradona le reclamaba. Infobae tuvo acceso a las imágenes del museo en disputa y al listado de elementos mostrados. Ante el accionar incompleto, unos días antes del trágico final de Diego, decidió multar a Villafañe con 3.000 pesos diarios hasta que ella presentara la totalidad de los objetos reclamados.
Luis Rey, el abogado de Diego Junior, tiene directivas claras de pedir participación en el reparto de todos los objetos. ¿Habrá acuerdo entre las partes? ¿O las diferencias entre los herederos pueden llevar a que muchos de los tesoros que marcaron la vida del astro terminen en una subasta?
LA LISTA DE 215 OBJETOS QUE CLAUDIA VILLAFAÑE EXHIBIÓ ANTE LA JUSTICIA