Las autoridades de Chile informaron este miércoles que dos migrantes fallecieron mientras trataban de ingresar a Chile por la desértica frontera de Bolivia y que se baraja la posibilidad de que murieran por hipotermia debido a las bajas temperaturas de la zona cordillerana.
“Hay dos personas fallecidas, una persona de nacionalidad venezolana y una persona de nacionalidad colombiana”, dijo el ministro chileno del Interior, Rodrigo Delgado.
Uno de los fallecidos es un venezolano de 69 años, que pudo ser identificado porque viajaba con algunos miembros de su familia, mientras que la otra víctima es una mujer colombiana, que no portaba documentos y cuya identidad aún se está averiguando.
“Lo ocurrido anoche ratifica algo que venimos diciendo hace mucho tiempo, porque las condiciones en las que llegan estas personas son un riesgo para su salud”, agregó Delgado.
Pese a las extremas temperaturas y a la pandemia de la covid-19, el paso fronterizo entre la pequeña localidad de Colchane (Chile) y Pisiga (Bolivia), en una zona andina a más de 3.600 metros de altura sobre el nivel del mar, se convirtió en los últimos meses en ruta para que extranjeros lleguen a Chile de manera irregular.
El alcalde de Colchane, Javier García, ha pedido en los últimos días tanto a los Gobiernos de Chile como de Bolivia que intensifiquen el control para evitar la entrada irregular de más migrantes porque dice estar “sobrepasado e impotente”.
En Chile, un país que hasta el inicio de las protestas del pasado octubre era muy atractivo para migrar por su estabilidad política y económica, hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7 % de la población.
Los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos, según el Departamento de Extranjería y Migración (DEM).
Durante su primer mandato en el periodo 2010-2014, el presidente chileno, Sebastián Piñera, presentó un proyecto ley para modificar la política migratoria, cuya discusión estuvo suspendida durante siete años y que enfrenta los últimos trámites para su entrada en vigor.
Mientras que para el oficialismo, esta nueva ley es la vía para enfrentar el fenómeno migratorio, la oposición estima que el endurecimiento de las fronteras termina siendo la causa de que los migrantes crucen por pasos no habilitados.
La actual Ley Migratoria, una de las más antiguas de Latinoamérica, fue diseñada en 1975 durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando Chile apenas recibía migrantes, y se ha ido actualizando con los años pero sin grandes cambios estructurales.
EFE