El estado Bolívar es el segundo estado más violento del país. El Observatorio Venezolano de Violencia advierte sobre la necesidad de implementar medidas que reduzcan los hechos generadores de situaciones violentas en las familias.
Por: correodelcaroni.com
El período que inició con la cuarentena por la pandemia de la COVID-19, en marzo de 2020, registra una tendencia en aumento de la violencia hacia niños, niñas y adolescentes, concluye el informe anual del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), capítulo Bolívar.
El OVV no solo hace referencia a muertes violentas, sino a la vulneración de derechos alimentarios, sociales y de salud, que constituyen un tipo de violencia. Esta tendencia, donde las víctimas directas son los niños y jóvenes se inició hace al menos tres años.
“Las primeras situaciones en reportarse aludían al deterioro de la calidad alimenticia de esta población. El resultado ha sido más de 30 muertes por desnutrición infantil al año; y estos son solo los casos reportados oficialmente. Luego, asociado a la migración de personas hacia las zonas mineras en busca de mejoras económicas; niñas y adolescentes se vieron afectados al ser dejados atrás, muchos quedaron al cuidado de familiares, amigos, o simplemente fueron dejados solos. Esto trajo consigo, entre otras tantas situaciones, que no pudiesen ser incluidos en el sistema escolar por falta de documentación respectiva o que simplemente no quisieran participar porque consideran más rentable, trabajar que estudiar”, explica la organización en su informe.
Quedarse en casa por la pandemia no significó una disminución de casos de abusos en contra de niños, niñas y adolescentes. Por lo contrario, el informe del OVV Bolívar da cuenta de un aumento del abuso sexual, actos lascivos y tratos crueles contra menores de edad, y en la mayoría de los casos los victimarios fueron los padres de estos, familiares o su representante legal.
De acuerdo con el monitoreo del OVV Bolívar, desde que comenzó el confinamiento en marzo del año pasado, se registraron un total de 51 casos de violencia contra niños y jóvenes, en edades comprendidas entre los 0 y 19 años. Sin embargo, la población mayormente afectada son los comprendidos entre los 5 y 14 años, con un total de 28 víctimas.
Comercialización de personas
Asimismo, el monitoreo de prensa del observatorio permitió contabilizar los casos de operativos de cuerpos de seguridad del Estado entre mayo y junio de 2020, donde “lograron impedir el traslado de personas que serían comercializadas. De las 207 personas rescatadas, al menos 53 eran niños y adolescentes”.
La oficina de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello, extensión Guayana, adelanta estudios que describen la afectación de los derechos de niños, niñas y adolescentes, a través de prácticas asociadas a formas de esclavitud moderna.
“Resulta importante comprender que los sistemas de violencia en Bolívar han mutado de conflictos de dominación y control de espacios a conflictos de supervivencia, produciéndose robos, hurtos, linchamientos, ajuste de cuentas, lesiones, entre otros, que vienen motivados por la obtención de bienes y productos tangibles y canjeables que podrán ser vendidos o intercambiados para poder subsistir, porque hay dificultad para la adquisición de productos de primera necesidad”, agregó el informe.
El OVV Bolívar instó a las autoridades y a la colectividad a tomar medidas que permitan disminuir los hechos generadores de situaciones de violencia, especialmente en las familias.
Segundo estado más violento
El informe también precisó que Bolívar cerró 2020 con una tasa de 62 muertes violentas por cada 100 mil habitantes. Esto lo ubica como el segundo estado más violento de Venezuela, después de Miranda y seguido por Sucre, Aragua y Distrito Capital.
En 2020 también se contabilizaron 673 víctimas de violencia interpersonal, 69,5% fue por homicidio, 15,5% por lesiones, 8,2% víctimas de violaciones, y el resto está dividido entre robo con lesión, extorsión y robo. 81,4% de las víctimas correspondieron a la población masculina.
El victimario fue desconocido en 55,6% de los casos. El OVV también registró una disminución de casos con respecto a 2019, asociada a una mayor presencia policial en las calles, con motivo de los distintos operativos de seguridad desplegados en el estado, así como casos detectados en flagrancia.
No obstante, el informe señaló que “aun cuando en 2020 existió la cuarentena obligatoria y los periodos de radicalización a causa de las medidas gubernamentales decretadas para frenar los casos de la COVID-19 en el país, 97,7% de los casos registrados ocurrieron en las calles, durante los días de la semana y en horas del día”.
Los municipios El Callao, Sifontes y Roscio mantienen su posición como los más violentos, con la particularidad de que forman parte de la zona minera del sur de Bolívar.