Cientos de manifestantes, en su mayoría mujeres, tomaron este viernes las calles de Katmandú en protesta por la reciente violación y asesinato de una adolescente, así como contra una propuesta de ley que pretende obligar a las nepalíes menores de 40 años a presentar permisos para viajar al extranjero.
Se trata del segundo día consecutivo de manifestaciones en Nepal, tras un acto celebrado ayer, en medio de una ola de indignación creciente en el país del Himalaya.
“Esta es una lucha contra la violencia hacia las mujeres y la explotación de las mujeres trabajadoras en el extranjero por parte del Gobierno, que impone una norma errónea tras otra y restringe su derecho de viajar y de ganarse la vida”, dijo a Efe una de las líderes de la manifestación, Mohna Ansari, exmiembro de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Nepal.
Las voces que piden justicia para Bhagirathi Bhatta, una joven de 17 años cuyo cuerpo sin vida fue descubierto en el distrito occidental de Baitadi el jueves de la semana pasada, han ido en aumento.
La policía nepalí reportó esta semana que, de acuerdo con la autopsia, la joven fue violada y después asesinada.
La familia de la víctima ha expresado públicamente su temor de que el caso corra una suerte similar al de Nirmala Pant, de 13 años, que también fue violada antes de ser asesinada en 2018 sin que las autoridades hayan identificado hasta ahora a los culpables.
CRÍTICAS AL PLAN GUBERNAMENTAL
“La protesta de hoy también es contra el plan del Gobierno de cambiar las reglas de inmigración y hacer más difícil a las mujeres menores de 40 años viajar al extranjero bajo sus propios visados”, dijo Ansari.
Según la propuesta gubernamental, las mujeres menores de 40 años que viajen solas al extranjero deberán obtener una carta de aprobación de una autoridad local en su barrio y una carta de consentimiento de su familia.
Además, deberán contar con un seguro que cubra un mínimo de 1,5 millones de rupias (12.800 dólares) y llevar dinero en efectivo equivalente a 1.000 dólares para gastos de viaje.
En opinión de la manifestante, “esta medida restringe el derecho de las mujeres a viajar libremente”.
Human Rights Watch (HRW) también ha denunciado la medida afirmando que, aunque el abuso de los trabajadores migrantes nepalíes en el extranjero es un problema serio, esta política solo empeora las cosas.
“En vez de denegar a las mujeres su derecho de viajar fuera del país, el Gobierno nepalí debería regular mejor las agencias de contratación, trabajar con los países de destino para poner sistemas de protección en marcha y responder de forma efectiva para dar protección cuando se producen abusos”, afirmó la organización pro derechos humanos.
El Gobierno nepalí debería incluir a las mujeres en la elaboración de normas, en vez de considerarlas como menores y ciudadanos de segunda clase, denunció HRW.
Según la versión de las autoridades nepalíes, la propuesta solo busca frenar la explotación en algunos países del Golfo y de África, y no en otros con mayores garantías.
“No estamos tratando de restringir el movimiento de mujeres a países europeos, Estados Unidos, Australia, Canadá u otras naciones, porque estos países son los que más se preocupan por los derechos humanos”, afirmó el pasado jueves el portavoz del Departamento de Inmigración, Tek Narayan Paudel, en declaraciones a Efe.
Casi 1,5 millones de nepalíes están en riesgo de varias formas de tráfico humano, según el reporte anual sobre tráfico humano para 2018-2019 elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Nepal. Casi 35.000 ciudadanos nepalíes fueron víctimas de tráfico en este periodo.
EFE.