El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha iniciado con cuentagotas una reforma ministerial con la que cede espacio en el Gobierno a una derecha más moderada, busca mejorar su relación con el Congreso y apunta también a las elecciones de 2022.
El primer paso en esa múltiple dirección ha sido el nombramiento del diputado Joao Roma como ministro de Ciudadanía, cargo en el que sustituye a Onyx Lorenzoni, quien pasará a ocupar la Secretaría General de la Presidencia.
Roma pertenece al Partido Republicanos (PR), que no formaba parte del Gobierno y está vinculado a influyentes iglesias evangelistas que respaldan parte de la agenda conservadora del mandatario.
Lorenzoni, por su parte, es miembro del Partido Demócratas (DEM), que junto con el PR integra el llamado «centrón», grupo variopinto de pragmáticas formaciones de derecha y centroderecha más moderadas, con amplio control del Parlamento y que el bolsonarismo pretende usar como plataforma para las elecciones presidenciales de 2022.
El «centrón» ha asegurado su apoyo a la agenda conservadora de Bolsonaro en las cámaras legislativas, pero a cambio de más poder en el Gobierno, que ha comenzado a obtener con el nombramiento de Roma para el estratégico Ministerio de Ciudadanía.
Ese despacho maneja los planes sociales, con un multimillonario presupuesto que deberá ser ampliado en los próximos días, con la prevista aprobación de un nuevo programa de auxilios a las clases más pobres frente a la persistencia de la pandemia de coronavirus.
Ese programa será una reedición de otro aplicado entre abril y diciembre del año pasado, que ayudó a disparar la popularidad de Bolsonaro a tasas cercanas al 45 %, que cayeron al 30 % una vez que los subsidios acabaron y que el gobernante pretende recuperar de cara a su proyecto de reelección en 2022.
EFE