El Carnaval, el primer período vacacional importante para muchos venezolanos, ya está aquí con flexibilización incluida hasta el miércoles 17 de febrero, del régimen de Nicolás Maduro.
Por Abelardo Pérez / talcualdigital.com
Sin embargo, aunque las expectativas se elevaron en el sector, en especial en lo que respecta a la Isla de Margarita –destino turístico por excelencia para la clase media en décadas pasadas– la realidad es que en medio de la pandemia y con las limitaciones en el acceso a la gasolina, para la gran mayoría lo que queda es hacer el turismo «pegadito» a sus casas.
«La gente que vive en Caracas va a La Guaira; los que están en Valencia van a Morrocoy; los de Mérida se van a Bailadores. Estamos haciendo un turismo muy cercano, muy pegadito a casa y con bastante limitaciones porque el tema del combustible tampoco es que te permite agarrar el carro y a darle una vuelta a media Venezuela», asegura José Antonio Yapur, expresidente de Conseturismo.
En declaraciones a TalCual, Yapur añade que este escenario se mantendrá hasta tanto se solucione no solo la grave crisis económica por la que atraviesa el país, que ha provocado el derrumbe del poder adquisitivo de la clase media, sino también el suministro confiable de combustible.
«El turismo en Venezuela lo está haciendo un segmento de la sociedad con un poder adquisitivo muy elevado. Para los estratos de menores ingresos es muy difícil, normalmente la gente lo que hace es que se traslada a un sitio a otro. Eso se puede llamar turismo, pero no se gasta en servicios como en el pasado», añade Yapur.
Explica que la actual situación comenzó mucho antes de la pandemia por el coronavirus. Pone como ejemplo la Isla Margarita que hasta 2015 recibía cerca de tres millones y medio de turistas al año y ya para 2019 esta cifra se redujo a 750 mil visitantes.
«Para muchas personas hoy es imposible viajar a Margarita y se convierte en un anhelo de viaje como el que antes nosotros podíamos tener para ir, digamos, a Australia o a Hong Kong», subraya Yapur.
2020, año terrible
Por su parte, el presidente de Conseturismo, Leudo González, asegura que 2020 fue un año «realmente terrible» para el turismo en Venezuela.
«La llegada de viajeros internacionales disminuyó a niveles nunca vistos y la ocupación promedio del sector alojamiento cerró por debajo del 10%. Esto afectó a todos los sectores que conforman la cadena de valor del sistema turístico con la pérdida de muchos puestos de empleos directos e indirectos», advierte.
Explica que para 2021 las perspectivas pasan primero por superar las condiciones sanitarias existentes y a aprender a convivir con la pandemia por el coronavirus «mientras dure».
«Ciertamente la llegada de la vacuna ayudará a mejorar las perspectivas hacia el segundo o tercer trimestre del año, pero creemos que el crecimiento será muy lento en la medida que el consumidor logre confianza y tranquilidad para desplazarse a los sitios de interés turísticos», afirma.
Añade que el sector depende en gran medida del flujo de viajeros que se movilizan por razones de profesionales y de negocios, «por ello volvemos a la premisa de la reactivación del aparato productivo para lograr incrementar la demanda de servicios producto de este mercado».
Coincide con Yapur en el sentido que durante los meses que ha habido flexibilización parcial, donde no se han dado las condiciones de apertura general de aeropuertos y existe la dificultad para conseguir gasolina, se ha visto que los sitios de esparcimiento cercanos a los lugares de residencia de las personas son los más preferidos.
«Vimos movilización hacia el estado La Guaira y hacia las costas de Morrocoy y Tucacas en diciembre. La llegada de turistas a Margarita en la temporada decembrina fue muy baja en comparación con otros años a pesar de que las rutas aéreas estaban abiertas», señala.
Por encima del promedio
Por otra parte, ambos representantes gremiales descartan que en Venezuela esté ocurriendo una especie de «apartheid» turístico en lo que respecta a Los Roques y Canaima.
Para Leudo González se trata de dos destinos que tradicionalmente han sido para un mercado con condiciones económicas muy por encima del promedio de la gran mayoría de los venezolanos. «Por eso la movilización de turistas hacia Los Roques y Canaima, durante los meses de flexibilización se mantuvo», asegura.
Por su parte, José Antonio Yapur añade que viajar a Los Roques desde hace 25 años ha sido caro y a Canaima desde hace 40. «Hubo un tiempo en que los venezolanos tenían la capacidad adquisitiva para conocer Canaima, pero un extranjero no podía. Nosotros hemos tratado por años de vender Canaima en el mercado colombiano y a los colombianos les parece carísimo«, dice.
Añade que por ejemplo Ecuador tiene las islas Galápagos y para la gran mayoría de los ecuatorianos es imposible conocerlas. «Son destinos donde solamente se puede acceder en avionetas y el costo del boleto sobrepasa los 200 ó 300 dólares», subraya.
Escenario poscoronavirus
A juicio de José Antonio Yapur, para desarrollar el turismo en Venezuela es necesario generar una situación de tranquilidad, «de calma, donde lo que se diga del país deje de ser alarma o noticias negativas y empiecen a decirse cosas buenas porque en el país, así como ocurren cosas malas, pasan cosas muy interesantes».
«Hay que generar condiciones particulares para que el turismo se desarrolle y una de esas tiene que venir con la situación político social del país. Por supuesto que dentro de eso está el tema de la seguridad. Así que bueno, hay muchas cosas que tienen que hacerse para que se rescate como destino turístico internacional», agrega.
Añade que el tema del coronavirus ha complicado el turismo en el mundo entero. No obstante, cree que un escenario post-pandemia se presenta como una posibilidad de relanzamiento para nuestro país. «Todos los destinos turísticos van a tener que venderse como nuevos en el mercado, como si empezaran de cero».
Añade que Venezuela puede aprovechar ese momento, a mediano y largo plazo, para borrar la mala imagen que tiene, «pero para ello se necesita calma, una ligera confianza en el país, menos conflictividad. ¿Eso se está dando? pues no podemos asegurarlo, pero puede suceder. Cualquier cosa puede suceder. Para eso existe la política, para eso existe el diálogo, para eso existe el entendimiento, para eso existen los acuerdos y para eso existen miles de cosas que lo que los ciudadanos de un país pueden lograr».
Puentes de comunicación
Al respecto, Leudo González asegura que la posición de Conseturismo siempre ha sido tender puentes de comunicación y coordinación desde hace 30 años.
«Nosotros entendemos que para ser atractivos e interesantes para los mercados internacionales y nacionales del turismo, hay que ofrecer confianza, seguridad y tranquilidad a nuestros usuarios y consumidores, además de un servicio de calidad a precios justos y razonables», subraya.
Añade que un modelo económico de plena libertades, así como reglas claras y transparentes favorecen al sector. «Por esto seguiremos apoyando el diálogo y la negociación con este gobierno o con cualquiera que detente el poder».
Acota que la realidad es que mercado nacional e internacional del turismo en Venezuela se ha venido contrayendo de forma crítica desde antes de la Pandemia producto de la enorme recesión económica que padece el país.
«Nosotros apostamos a la creación de condiciones que reactiven la productividad de todos los sectores económicos y se generen los ingresos económicos en la población que incremente la demanda de nuestros servicios y productos».