El descubrimiento fue realizado por el rover Yutu-2, que se encuentra explorando la superficie del satélite terrestre. Expertos en la materia consideraron que el fragmento podría haber llegado allí como consecuencia del impacto de un meteorito.
Por infobae.com
El rover chino Yutu-2, que explora la superficie de la Luna, encontró una extraña roca que tiene emocionados a los científicos que trabajan en el proyecto, quienes describieron el hallazgo como un “hito”.
Según publicó el portal Our Space, el canal de divulgación científica en idioma chino afiliado a la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA), el equipo analizó la roca en cuestión con el instrumento Visible and Near-Infrared Imaging Spectrometer (VNIS) de Yutu-2, que detecta la luz que se dispersa o se refleja en los materiales y usa esa información para revelar su composición.
Los científicos han utilizado el VNIS para investigar varias otras rocas y muestras de regolitos durante la misión de Yutu-2, que se desplaza por el cráter Von Kármán. Muestras anteriores incluyen trozos de vidrio fundido inusuales y potencialmente material del manto lunar.
El hallazgo ha generado interés entre la comunidad especializada. “Parece tener una forma de fragmento y sobresale del suelo. Eso es definitivamente inusual”, dijo a Space.com Dan Moriarty, becario del programa postdoctoral de la NASA en el Centro de Vuelo Espacial Goddard en Greenbelt, Maryland.
“Los impactos repetidos, las tensiones de los ciclos térmicos y otras formas de meteorización en la superficie lunar tenderían a romper las rocas en formas más o menos ‘esféricas’, con el tiempo suficiente”, dijo Moriarty. “Piensa en cómo las playas rocosas desgastan las piedras hasta convertirlas en formas suaves y redondas con el tiempo debido a los repetidos golpes de las olas”, agregó para graficar la razón por la que el hallazgo es inusual.
Moriarty dijo que tanto la forma de fragmento como la pronunciada “cresta” que corre cerca del borde de la roca parecen indicar que es geológicamente joven y que está allí hace un tiempo relativamente breve.
“Definitivamente especularía con que su origen fue una eyección consecuencia de un impacto en algún cráter cercano. Es posible que una roca con esta forma se haya generado por un proceso conocido como espalación, donde fragmentos intactos de roca son expulsados de la superficie cercana sin experimentar la mismo grado de presiones de choque que sufre el objetivo inmediato “, dijo Moriarty, quien agregó que su evaluación inicial es solo una suposición.
Los datos de VNIS proporcionarán una cantidad de información mucho mayor. Clive Neal, un destacado experto lunar de la Universidad de Notre Dame, está de acuerdo en que, según las imágenes, las muestras son eyecciones de impacto en lugar de lechos de roca expuestos. “La pregunta que tengo es ¿son de origen local? Ojalá los datos espectrales permitan una evaluación del origen como local o exótico, es decir, desde fuera de esta zona”, dijo.
Yutu-2 y el módulo de aterrizaje Chang’e 4 ya han superado en gran medida su vida útil de diseño: 90 días terrestres y un año, respectivamente. El rover ha cubierto un total de 628 metros (2,060 pies) desde su despliegue desde el módulo de aterrizaje, el 3 de enero de 2019.
En noviembre del año pasado, China lanzó su misión de retorno de muestras lunares Chang’e 5. La misión recabó 3,81 libras. (1,73 kilogramos) de muestras que se enviaron a la Tierra poco más de tres semanas después. La CNSA publicó el mes pasado los procedimientos para solicitar muestras para análisis científico.