La Alcaldía de Chacao, un pequeño municipio en Caracas, la capital de Venezuela, inauguró el martes un nuevo pozo de agua que conectado por tuberías que alimenta los tanques de edificios residenciales, una fórmula para suplir la carestía del servicio público que castiga a los habitantes de casi todo el país.
Los venezolanos han sufrido por mucho tiempo el deterioro de los servicios públicos en medio de un colapso económico que ya lleva más de seis años. Las causas de la falta del suministro es una mezcla ya conocida en otras áreas como la petrolera y la eléctrica: años de falta de inversión, mantenimiento, escasez de personal especializado y corrupción.
Por la falta de agua, algunos residentes de edificios, incluso en el mismo Chacao, pagan por la construcción de pozos o deben costear camiones cisterna, cuyo valor se cancela en dólares, pero como no todos pueden cubrir esos costos, la alcaldía comenzó con el plan de abrir esas fuentes.
“Esto en un país normal no fuera necesario, pero aquí lo estamos haciendo porque Chacao no rinde”, dijo el alcalde Gustavo Duque en medio de los aplausos de más de un centenar de vecinos, la mayoría ancianos, reunidos a unas pocas cuadras de donde se encuentra el pozo. “Pasamos del tobo (balde) al tubo”, agregó.
En los últimos tres años, la alcaldía ha puesto en servicio un total de 9 pozos, cuya construcción demora en promedio un mes con un costo de al menos 30.000 dólares que financia la municipalidad con fondos propios, según la Dirección de Obras Públicas y Servicios.
Los pozos son operados por la alcaldía y cuentan con la autorización del Ministerio del Ambiente, según la dirección. Los pozos se alimentan de fuentes de aguas subterráneas que normalmente desembocarían en el río Guaire, que cruza Caracas, y los ingenieros, una vez que identifican una fuente, construyen un sistema de tuberías que va directo a los tanques de agua de los edificios.
El pozo inaugurado el martes surte a 42 edificios y beneficia a unas 15.000 personas, dijo Duque.
Desde el 2014 “teníamos agua solo una vez a la semana”, dijo María Cortez, de 69 años, vecina de Chacao que asistió al acto del martes y ya era beneficiada de otro de los pozos. “Ahora es siempre”, agregó con una sonrisa. Reuters