Un tribunal de Moscú declaró este sábado culpable a Alexéi Navalny en el caso de difamación contra el veterano de la Segunda Guerra Mundial Ignat Artiómenko, a quien, entre otras personas, el opositor ruso llamó “traidor” y “vergüenza del país”.
El caso se abrió a raíz de las publicaciones realizadas por Navalny en su cuenta de Twitter y en su canal de Telegram el pasado 2 de junio. En particular, Navalny compartió un video en el cual Artiómenko, entre otras personas, se pronunciaba a favor de las enmiendas a la Constitución de Rusia y calificó a los protagonistas de la grabación de ser “la vergüenza del país” y “traidores”. “Oh, aquí están, queridos. Debo admitir que de momento el equipo de lacayos corruptos parece bastante débil. Míralos: esta es la vergüenza del país. Gente sin conciencia. Traidores”, escribió Navalny.
De acuerdo con la Fiscalía, estos comentarios del opositor son “de carácter deliberadamente falso” y “mancillan el honor y la dignidad del veterano, socavando su reputación”.
Ignat Artiómenko, de 94 años, participó en el movimiento partisano durante la Gran Guerra Patria, como se denomina en Rusia el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial entre la invasión nazi de la URSS en 1941 y la caída de Berlín en 1945, luchó en el frente bielorruso y sirvió en el Ejército durante 39 años.
Esta jornada se celebró la cuarta audiencia relacionada con el caso. Las anteriores tuvieron lugar el 5, el 12 y el 16 de febrero.
Durante la sesión del pasado viernes, Navalny afirmó que el “desafortunado abuelo” está siendo “utilizado” como “títere” tras acusar a la Fiscalía de “falsificar” las declaraciones escritas de Artiómenko, cuyo estado de salud le impide estar presente en el tribunal. Durante la primera audiencia, el opositor dijo que la familia del veterano “arderá en el infierno” por “utilizar” a Artiómenko, que según él “no entiende ni una sola pregunta”, y añadió: “Sus familiares asfixiarán al abuelo con una almohada para luego decir que esto lo provoqué yo”.
De acuerdo con las declaraciones escritas del veterano, los comentarios de Navalny acerca de su participación en el video lo “entristecieron mucho” y causaron el deterioro de sus problemas de salud. “Nunca he sido un traidor o una vergüenza. Siempre he sido un hombre de conciencia”, declaró Artiómenko.
Navalny no admite su culpabilidad en el caso, mientras que su defensa afirma que los cargos son “infundados” y “políticamente motivados” y tienen como objetivo “detener las investigaciones anticorrupción” del opositor e impedirle participar en las elecciones.