Pablo Hasél, el hombre del que toda España habla, no por sus “melodías”, sino por su detención tras ser acusado por los delitos de “enaltecimiento” del terrorismo e injurias contra la Corona española, así como también contra las instituciones del Estado.
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Con una visión de izquierda, el “artista” con duras críticas se expresa sobre la desigualdad social y el capitalismo, dicha instancia radical lo ha llevado a convertirse en una referencia de “lucha” en España, formado en un “ícono” de la libertad de expresión por sus seguidores.
Hásel fue detenido el pasado martes, luego que la Audiencia Nacional le imputara una condena de nueve meses de prisión, seis años de inhabilitación para ejercer cargo público y al pago de casi 30.000 euros de multa.
Con unas letras subversivas y publicación de tuits, el rapero había llamado a las fuerzas del orden “mercenarios de mierd*” y las acusaba de torturadoras y asesinas. También tildaba de mafiosa y criminal a la familia real.
Quién es Pablo Hasél
Pablo Rivadulla Duró, como se llama realmente el rapero, tiene 32 años y nació en Lérida, Cataluña en 1988.
De acuerdo a lo reseñado por Vozpopuli, Hasél es hijo del empresario Ignacio Rivadulla, quien fue presidente de la Unió Esportiva Lleida del 2007 al 2010. Ignacio fue juzgado también, junto con el máximo accionista de la entidad deportiva, Tatxo Benet, por haber dejado al equipo con una deuda de 10 millones de euros, que provocó un concurso de acreedores y impagos a los jugadores, según publicó entonces la prensa local.
Nieto de un militar franquista.
Según lo publicado por el diario El Español, durante investigación en decenas de documentos, libros y conversaciones, descubrieron que Pablo Rivadulla Duró (Pablo Hasél), es nieto del teniente Andrés Rivadulla Buira, uno de los militares más sonados en los combates entre el ejército de Francisco Franco y los maquis en octubre de 1944.
Detenciones
El 2014, el rapero fue condenado a dos años de cárcel por enaltecimiento del terrorismo, quedando en suspenso por la Audiencia Nacional, n 2018 volvió a ser juzgado por el mismo delito y otro de injurias a la monarquía y a las fuerzas de seguridad. En junio de 2020 fue condenado, en sentencias no firmes, a seis meses de cárcel por lesiones por agredir y rociar con un líquido de limpieza a un periodista, y a dos años y medio de cárcel por agredir a un testigo en un juicio contra un agente de la Guardia Urbana de Lérida, refería Vozpopuli.