España conmemora este martes el 40º aniversario del intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 sin la presencia del rey emérito Juan Carlos I, actor clave para frenar el golpe y promover la transición democrática.
El Congreso de los diputados, escenario de esa intentona, celebrará una ceremonia solemne a las 13H00 (12H00 GMT) en la que tomará la palabra el rey Felipe VI, acompañado por el jefe de gobierno socialista Pedro Sánchez.
El gran ausente será el padre del actual monarca, Juan Carlos I, que abdicó en 2014 y en agosto se exilió en Emiratos Árabes ante las crecientes sospechas sobre el origen opaco de su fortuna.
El ex jefe de Estado, que regularizó meses atrás casi 680.000 euros (unos 825.000 dólares) ante el fisco para evitar una persecución por blanqueo, es objeto de hasta tres investigaciones judiciales.
La situación pone en evidencia el deterioro de la imagen del monarca desde que, hace 40 años, el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero asaltara pistola en mano el Congreso de los Diputados, al mando de unos 200 hombres, en una imagen grabada para la historia.
En ese momento, a seis años de la muerte del dictador Francisco Franco, España transitaba un rumbo democrático que un grupo de militares quería detener.
Desde el palacio de la Zarzuela, el rey Juan Carlos, que entonces solo tenía 43 años, jugó un rol decisivo para frenar la intentona, llamando uno por uno a los capitanes generales que dirigen las distintas regiones del país para que respetaran la legalidad democrática.
Ya de madrugada, el rey pronunció un discurso en televisión en apoyo a la democracia, vestido de capitán general de los ejércitos.
“La Corona, símbolo de la permanencia y unidad de la patria, no puede tolerar en forma alguna acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático”, declaró.
Tejero y sus hombres aceptaron finalmente rendirse el 24 de febrero a mediodía, liberando a los diputados y ministros que habían tenido retenidos durante 18 horas.
Para el diario conservador El Mundo, la ausencia del rey emérito “debido a sus propios y reprobables errores, no debe empañar el brillante protagonismo que le corresponde en el día en que se recuerda su llamamiento televisivo (…) Así frenó el golpe, y la democracia salió fortalecida hasta equipararse a las mejores de Occidente”.
Sin embargo, cuatro décadas después del golpe fallido, la calidad de la democracia y las instituciones españoles todavía generan debate.
Número tres del gobierno, el líder de la izquierda radical Podemos, Pablo Iglesias, causó polémica afirmando que en España no hay “plena normalidad política y democrática”.
Pequeñas formaciones del Congreso, como los partidos independentistas catalanes, decidieron boicotear la ceremonia de conmemoración por la presencia del rey Felipe VI. AFP