Las autoridades surcoreanas recibieron hoy la primera partida de vacunas contra la COVID-19 de cara a comenzar la campaña de inoculaciones el próximo 26 de febrero.
La entrega se ha producido en una planta de Andong (unos 270 kilómetros al sureste de Seúl), donde la empresa farmacéutica surcoreana SK Bioscience fabrica la vacuna desarrollada por la AstraZeneca y la Universidad de Oxford.
SK ha entregado hoy 1,57 millones de dosis, lo que permite inocular unas 780.000 personas con los dos pinchazos que requiere esta vacuna.
La partida ha sido enviada a una nave en Icheon (al sureste de Seúl) desde donde comenzará a ser mañana repartida a unos 1.900 centros sanitarios donde arrancará a partir del viernes la campaña de vacunación.
En una ceremonia celebrada en la planta de SK Bioscience en Andong, el primer ministro surcoreano, Chung Sye-kyun, subrayó que la vacuna es completamente segura.
Sus palabras llegan en un momento en que las encuestas reflejan desconfianza por parte de los surcoreanos y después de que el Gobierno decidiera no administrar por el momento el fármaco de AstraZeneca a mayores de 65 a la espera de obtener más datos sobre su efectividad en este grupo de edad.
En el sondeo más reciente, solo el 45 % de los que respondieron afirmaron que se pondrían la vacuna de inmediato, mientras que otro 45 % contestaron que esperarán para confirmar si se producen o no efectos secundarios.
Corea del Sur, que recibirá el viernes también su primera partida de la vacuna de Pzifer, planea inocular primero a sanitarios de primera línea y seguir luego con residentes en centros de mayores y aquellos mayores de 65.
Corea del Sur, que en ningún momento ha adoptado confinamientos ni cerrado fronteras, es uno de los países que mejor ha gestionado la pandemia.
En la actualidad suma algo más de 87.000 contagiados (incluyendo casi 7.000 casos importados) y 1.576 muertos a causa de la COVID-19, mientras que la tasa de incidencia acumulada a 14 días es de 11,3 casos por cada 100.000 habitantes.
EFE