Desde que comenzó la pandemia, en NYC se acumulan ya $1,000 millones de dólares en rentas residenciales por pagar.
Los propietarios no pueden desalojar a los inquilinos en Nueva York en este momento debido a una moratoria. Pero muchos de ellos han estado presentando la documentación para hacerlo tan pronto como puedan legalmente.
Los mas afectados son las comunidades minoritarias y más pobres con alto desempleo o ingresos inestables.
Se entiende que desde marzo de 2020, los avisos de desalojo son al menos dos veces más altos en los vecindarios con mayor población negra y latina en comparación con los predominantemente blancos.
Ahora las notificaciones se están presentando a un ritmo al menos cinco veces mayor en los vecindarios más pobres en comparación con los más ricos.
“Es una verdadera dificultad para nuestros clientes, quienes simplemente están teniendo dificultades para llegar a fin de mes”, afirmó Matthew Tropp, abogado de Sociedad de Asistencia Legal (Legal Aid Society), entidad que representa pro bono a cientos de inquilinos que luchan por conservar sus hogares.
Existen muchos casos de desalojo pendientes en la ciudad de Nueva York, los cuáles se han suspendido hasta al menos este viernes, 26 de febrero y si un inquilino firma y entrega lo que se llama un formulario de declaración de dificultades debido al Covid-19, no puede ser desalojado hasta al menos el 1 de mayo.
La mayoría de los principales códigos postales para avisos de desalojo se encuentran en El Bronx, incluidos University Heights, Morris Heights, Highridge, Belmont y Morrisania. Son comunidades que ya estaban luchando antes de la pandemia, y algunas organizaciones sin fines de lucro han estado tratando de dirigir sus recursos a las áreas más afectadas.
Esta circunstancia está afectando tanto a inquilinos como a propietarios, pues éstos últimos dicen tener dificultades para pagar sus propias facturas y el mantenimiento de los edificios al no recibir los pagos de alquiler.