En Nigeria se realizan negociaciones para conseguir la liberación de 317 adolescentes secuestradas el viernes en un internado del estado de Zamfara (noreste del país), informaron fuentes próximas a las discusiones.
Éste fue el cuarto ataque contra escuelas en menos de tres meses en esta región nigeriana, donde grupos criminales han aumentado el robo de ganado a gran escala y los secuestros para solicitar rescate.
Funcionarios del gobierno de Zamfara mantienen contacto desde que se produjo el rapto con los secuestradores para negociar la liberación de las rehenes, alumnas residentes de una escuela en Jangeb.
“Tienen lugar conversaciones con los bandidos que retienen a las niñas y esperamos un rápido desenlace”, señaló a la AFP un funcionario local involucrado en las negociaciones, quien solicitó el anonimato.
“Se trata de una situación delicada, que requiere mucho tacto y paciencia, puesto que está en juego la vida de centenares de niñas”, agregó.
“Las negociaciones avanzan. Una vez que los obstáculos sean superados, las chicas serán liberadas”, indicó otra fuente.
Las autoridades de Zamfara están habituadas a discutir con estos grupos criminales, con los cuales negocian desde hace más de un año acuerdos de amnistía a cambio de que depongan las armas.
Precisamente, los funcionarios del estado de Zamfara negociaron en diciembre la liberación de 344 niños secuestrados en un internado del vecino estado de Katsina.
En cada una de estas liberaciones, las autoridades niegan haber pagado rescate alguno a los secuestradores, pero los expertos en seguridad dudan que sea así y temen que esto desemboque en un aumento de secuestros en estas regiones sumidas en la extrema pobreza y poco o casi nada seguras.
El presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, afirmó el viernes de noche que no “cederá ante el chantaje” de los “bandidos”, que esperan “el pago de grandes rescates”.
Este nuevo rapto masivo ha hecho revivir los recuerdos del secuestro en Chibok de 2014, en el cual el grupo yihadista Boko Haram se llevó a 276 adolescentes alumnas de secundaria, lo que provocó conmoción mundial.
Más de un centenar de ellas continúan desaparecidas y nadie sabe cuántas continúan con vida.
No obstante, hay que distinguir entre dos tipos de secuestros: los “bandidos” actúan por afán de lucro y no por motivos ideológicos como los yihadistas, aunque algunos de los primeros han trabado vínculos con grupos islamistas radicales del noreste nigeriano.
AFP