Un estudio conjunto realizado por especialistas de la Universidad de Lancaster (Reino Unido) y del Instituto de Investigación Sanitaria Fiocruz de Brasil comprobó que las lluvias extremas en la Amazonia brasileña derivadas del cambio climático generan efectos adversos en los bebés, ya que tienen la tendencia a nacer de manera prematura y, por lo tanto, con menor peso.
A esa conclusión llegaron tras analizar 291.479 nacimientos durante 11 años en 43 municipios que dependen del río en el estado brasileño de Amazonas.
Esas alteraciones en la gestación y el crecimiento fetal, que provocan que al nacer los bebés tengan un peso promedio casi 200 gramos menor, deriva en una “cadena de desventajas” a lo largo del tiempo. “Nuestro estudio reveló que los extremos climáticos añaden otra capa de desventajas a los bebés que ya enfrentan un mal comienzo en la vida”, afirmó Luke Parry, del Centro de Medio Ambiente de la Universidad de Lancaster y autor del estudio.