Científicos detectaron un planeta que orbita alrededor de una estrella relativamente cercana a nuestro sistema solar y que podría ofrecer una excelente oportunidad para estudiar la atmósfera de un mundo rocoso similar a la Tierra, el tipo de investigación que puede ayudar a la búsqueda de vida extraterrestre.
Los investigadores afirmaron el jueves que el planeta, llamado Gliese 486 b y clasificado como “supertierra”, no es en sí mismo un candidato prometedor como refugio para la vida. Se cree que es inhóspito: caliente y seco como Venus, y que posiblemente fluyan ríos de lava por su superficie.
Pero su proximidad a la Tierra y sus características físicas lo hacen idóneo para el estudio de su atmósfera con la próxima generación de telescopios espaciales y terrestres, empezando por el telescopio espacial James Webb, cuyo lanzamiento está previsto por la NASA para octubre.
Su estudio podría proporcionar a los científicos datos para poder descifrar las atmósferas de otros exoplanetas -planetas más allá de nuestro sistema solar-, incluidos los que podrían albergar vida.
“Decimos que Gliese 486 b se convertirá instantáneamente en la Piedra Rosetta de la exoplanetología, al menos para los planetas similares a la Tierra”, dijo el astrofísico y coautor del estudio José Caballero, del Centro de Astrobiología de España, refiriéndose a la antigua losa de piedra que ayudó a los expertos a descifrar los jeroglíficos egipcios.
Los científicos han descubierto más de 4.300 exoplanetas. Algunos son grandes planetas gaseosos similares a Júpiter; otros más pequeños y rocosos similares a la Tierra, del tipo que se considera candidato a albergar vida, pero los instrumentos científicos disponibles actualmente nos dicen poco sobre sus atmósferas.
“El exoplaneta debe tener la configuración física y orbital adecuada para poder investigar su atmósfera”, explicó el científico planetario Trifon Trifonov, del Instituto Max Planck de Astronomía de Alemania, autor principal de la investigación publicada en la revista Science.
Una “supertierra” es un exoplaneta con una masa superior a la de nuestro planeta, pero considerablemente inferior a la de los gigantes de hielo de nuestro sistema solar, Urano y Neptuno. La masa de Gliese 486 b es 2,8 veces la de la Tierra.
Se encuentra en nuestra vecindad celeste a unos 26,3 años luz de la Tierra, lo que lo convierte en uno de los exoplanetas más cercanos. Orbita alrededor de una estrella “enana roja” más pequeña, más fría y menos luminosa que nuestro sol, con aproximadamente un tercio de su masa.
El planeta orbita muy cerca de su estrella, por lo que está muy irradiado. Al igual que la Tierra, es un planeta rocoso y se cree que tiene un núcleo metálico. La temperatura de su superficie es de unos 430 grados Celsius y su gravedad superficial puede ser un 70% más que la de la Tierra.
“Gliese 486 b no puede ser habitable, al menos no de la forma que conocemos aquí en la Tierra”, dijo Trifonov. “El planeta posiblemente sólo tenga una atmósfera tenue, si es que tiene alguna. Nuestros modelos son consistentes con ambos escenarios porque la irradiación estelar tiende a evaporar las atmósferas, mientras que, al mismo tiempo, la gravedad planetaria es lo suficientemente fuerte como para retenerla”.
Aun así, Gliese 486 b podría resultar ideal para estudiar la atmósfera de un planeta similar a la Tierra utilizando los instrumentos del telescopio espacial James Webb y del futuro Telescopio Extremadamente Grande, un observatorio astronómico que se está construyendo en Chile.
Reuters