Se afirma sin discusión, que el recurso más valioso que tiene una empresa es su recurso humano, hoy referido como el Capital Humano o Capital Intelectual. Está basado en los conocimientos, habilidades, valores y actitudes de las personas que forman parte del núcleo estable de la empresa. Este capital comprende todos aquellos conocimientos tácitos o explícitos que generan valor a la empresa.
Ahora bien, ese capital intelectual va acorde con la edad del trabajador y su desarrollo implícito dentro de la empresa, pero también la edad tiene una fuerte relación con la productividad laboral, la cual crece, alcanza un máximo y decrece en función de esta.
En tal sentido, es interesante desde el punto de vista direccional conocer cuál sería el índice de productividad laboral de la Fuerza Hombre (F-H) de PDVSA del 2000, si en esta F-H solo varia la edad, y la situamos en el 2020. En otras palabras, una visión presente de la F-H de PDVSA del 2000. Del análisis realizado se puede inferir lo siguiente:
– La productividad laboral de una empresa está asociada a la distribución etaria de sus trabajadores.
– Una empresa exitosa debe tener un Índice de Productividad Laboral Empresarial (IPLE) no menor de 0.75
– El IPLE de la F-H PDVSA para el año 2000 es de 0.83 y para el año 2020 de 0.55, lo que implica una perdida en el IPLE del 33.7 % por concepto de envejecimiento de la nomina, equivalente a una disminución de 28 puntos.
La industria hidrocarburífica mundial, es altamente tecnificada y aplica constantemente tecnología de punta con el objeto de optimizar la producción de hidrocarburos. Para lograr la optimización, es vital que el personal esté capacitado tanto en la parte técnica per se como en otras áreas personales y del entorno que coadyuven a un desempeño exitoso del trabajador y por ende el de la empresa.
En diferentes oportunidades se ha mencionado, la posible participación de parte del personal de la PDVSA 2000 en la recuperación de la industria venezolana de los hidrocarburos.
Ya hemos visto el impacto que tiene el envejecimiento de la nomina en la productividad de una empresa. Pues bien, el no entrenamiento de esa F-H del 2000, repercute grandemente en la productividad. No se conoce a ciencia cierta, si esa F-H continúo su adiestramiento, y cuanto de ella siguió laborando en áreas propias o conexas con la industria de los hidrocarburos. Donde se tiene mayor información es en lo atinente a la nómina mayor y ejecutiva que existía en el año 2000. Pero qué de la nómina diaria y menor que representa el 53 % de la muestra, y que son los que generalmente hacen el trabajo físico, el cual cada día se tecnifica (digitaliza) mas.
El uso de parte de la F-H PDVSA del 2000, en la recuperación de la industria venezolana de hidrocarburos no garantiza su éxito. Es imprescindible: depurar la actual F-H de PDVSA de los trabajadores ajenos a la actividad de hidrocarburos, profesionalizar la que quede, incorporar nuevos trabajadores actualizados tecnológicamente en las distintas pericias claves de la industria de los hidrocarburos y establecer una distribución etaria de las distintas nominas que permitan un IPLE no menor a 0.75.
Nelson Hernández es ingeniero energista @energia21 y Académico de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat de Venezuela
Lea a continuación el análisis completo del académico Nelson Hernández
Nelson Hernández: Una Visión Presente de La Fuerza Hombre PDVSA 2000 by La Patilla on Scribd