El exoplaneta rocoso GJ 1132b parece haber perdido su atmósfera, pero desde entonces ha desarrollado una nueva a través de la actividad volcánica, revela un nuevo estudio aceptado para publicación en la revista The Astronomical Journal. El descubrimiento del planeta, ubicado a unos 41 años luz de la Tierra, fue anunciado por primera vez en 2015. Tiene 1,66 veces la masa y 1,16 veces el tamaño de nuestro planeta.
“Informamos de la detección de una atmósfera en un exoplaneta rocoso, GJ 1132b, que es similar a la Tierra en términos de tamaño y densidad”, escribieron los autores de la investigación, que se basó en las observaciones del telescopio espacial Hubble de la NASA.
Se supone que el planeta comenzó como un mundo gaseoso mucho más grande que la Tierra, un tipo de ‘subneptuno’, con una gruesa capa de hidrógeno en la atmósfera. Luego, perdió rápidamente su atmósfera de hidrógeno y helio debido a la intensa radiación de la estrella joven y caliente que orbita. No obstante, para sorpresa de los astrónomos, Hubble logró observar una “atmósfera secundaria” presente ahora.
“Es muy emocionante porque creemos que la atmósfera que vemos ahora fue regenerada, por lo que podría ser una atmósfera secundaria. Primero pensamos que estos planetas altamente irradiados podrían ser bastante aburridos porque creíamos que habían perdido sus atmósferas. Pero miramos las observaciones existentes de este planeta con el Hubble y dijimos: ‘Oh, no, hay una atmósfera allí'”, indicó la coautora del estudio, Raissa Estrela, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena, California.
Gracias a las observaciones de Hubble y modelos informáticos, el equipo sostuvo que la atmósfera ahora consiste en hidrógeno molecular, cianuro de hidrógeno, metano y también contiene una neblina de aerosol, que se basa en hidrocarburos producidos fotoquímicamente, similar al esmog en la Tierra. Los científicos creen que el hidrógeno atmosférico actual es el hidrógeno de la atmósfera original que fue absorbido por el manto de magma fundido del planeta y ahora es liberado lentamente a través de procesos volcánicos. Se cree que la atmósfera que vemos hoy se repone continuamente para equilibrar el hidrógeno que sigue escapando al espacio, explican los científicos.
Esta es la primera vez que se detecta una “atmósfera secundaria” en un planeta fuera del Sistema Solar. Los hallazgos podrían tener implicaciones también para otros exoplanetas.
¿Otra Tierra?
El GJ 1132b y la Tierra tienen densidades, tamaños y edades similares, ambos de unos 4.500 millones de años. Los dos planetas comenzaron con una atmósfera dominada por el hidrógeno, y presentaban temperaturas muy altas antes de enfriarse. Los astrónomos incluso sugieren que los dos tienen una presión atmosférica similar en sus superficies.
Al mismo tiempo, los planetas tienen historias de formación muy diferentes. La Tierra no parece ser el núcleo superviviente de un ‘Subneptuno’. Además, orbita a una distancia cómoda de nuestro Sol, mientras que el GJ 1132b está tan cerca de su estrella enana roja que completa una órbita alrededor de ella una vez cada día y medio.