Primero Justicia decidió adelantar una política para que no se siga invisibilizando a los pobres de Venezuela que son la gran mayoría del país. Para ello hemos lanzado dos iniciativas de alto impacto. La primera es el cálculo quincenal de la Canasta de Sobrevivencia Alimentaria en todas las capitales de todos los estados del país, donde damos cuenta de la pronunciada brecha entre el costo de una canasta de ocho productos esenciales y el salario de los hogares. La segunda es la elaboración con periodicidad trimestral de la Encuesta del Hambre en la ciudad de Caracas.
De acuerdo con las cifras recopiladas para febrero de 2021 de esta encuesta, solamente el 5,6% de los hogares caraqueños amentó su consumo ese mes respecto a diciembre de 2020, en tanto que 65,5% redujo el consumo. Lo relativo a la caída del ingreso, ésta es monumental. Para el 87,6% de los hogares consultados, su remuneración monetaria es insuficiente para adquirir los alimentos. De allí que el 30% de los hogares haya apelado a los ahorros para poder comer, 28% se haya visto obligado a comer menos, 27% recibe remesas de sus familiares y un pírrico 9% se beneficia de las bolsas Claps. Esto último refleja la bancarrota fiscal del país.
El 56% de los hogares consultados en febrero hizo menos de tres comidas al día no porque esté en dieta sino porque no tienen ingresos suficientes. Finalmente, solamente 22% de los hogares compró alguna vez en los bodegones mientras que el 74% no lo hizo. Esto expresa la enorme segregación social que hay en el Municipio Libertador en Caracas respecto al acceso a estos establecimientos. De esta manera, el madurismo no solo ha aumentado sideralmente la pobreza sino también la exclusión social. Estamos comprometidos con las mayorías nacionales actualmente empobrecidas.