Uber concederá a sus conductores en el Reino Unido el estatuto de empleados, con un salario mínimo y vacaciones pagadas, una primicia mundial para la empresa estadounidense y un giro de 180º en el modelo de las plataformas digitales en el país.
El gigante estadounidense de las reservas de automóviles con conductor anunció el martes en un comunicado que sus más de 70.000 conductores en el país recibirán estos beneficios a partir del miércoles, a raíz de una decisión judicial.
Se trata de un cambio profundo para Uber, cuyos conductores eran hasta ahora autónomos.
La plataforma actuó rápidamente tras lanzar una amplia consulta a sus conductores y apenas un mes después de una estrepitosa derrota ante la Corte Suprema británica.
Esta dictaminó el 19 de febrero que los conductores pueden ser considerados “trabajadores” y, por tanto, recibir los beneficios sociales correspondientes.
El tribunal falló a favor de un grupo de unos 20 conductores que reivindicaban este estatuto dado el tiempo que pasan conectados a la aplicación y el control que ejerce la empresa sobre ellos por ejemplo mediante las evaluaciones.
La ley británica distingue el estatuto de “trabajadores”, que pueden recibir salario mínimo y otras prestaciones, del de “empleados” en sentido estricto, que tiene un contrato de trabajo en debida forma.
A partir de ahora, los conductores de Uber en el Reino Unido cobrarán al menos el salario mínimo, tendrán derecho a vacaciones pagadas y podrán cotizar a un plan de pensiones al que contribuirá la empresa.
El salario mínimo es de 8,72 libras (12,12 dólares) por hora en el Reino Unido y está previsto que suba a 8,91 libras en abril.
Un conductor de Uber gana más que eso de media, 17 libras en Londres y 14 en el resto del país.
La empresa afirma que todos sus conductores quieren poder beneficiarse de estas ventajas, manteniendo la flexibilidad de sus condiciones de trabajo.
Estas prestaciones se suman a las ya existentes, como el acceso gratuito al seguro médico y la indemnización por permiso parental.
“Es un día importante para los conductores del Reino Unido”, asegura Jamie Heywood, jefe de Uber para el norte y el este de Europa.
“Uber es solo una parte del sector de las reservas de coches y esperamos que otros operadores se unan a nosotros para mejorar las condiciones laborales de estos trabajadores que son esenciales para nuestra vida cotidiana”, agregó.
– ¿Subida de tarifas? –
Uber no precisó el coste de estas medidas pero este, que debe ser muy considerable, pesará un poco más en las frágiles finanzas de una empresa que aún no es rentable y atraviesa un mal momento debido a las restricciones contra la pandemia.
El grupo deberá absorber parte del coste, ya que difícilmente puede permitirse un aumento masivo de sus tarifas, especialmente en Londres, donde la competencia es feroz.
Pero al conceder el estatuto de empleado a los conductores, la empresa se ahorra largos procesos en los tribunales británicos, pues la decisión de la Corte Suprema podría haber permitido a los conductores acudir a la justicia para obtener los derechos que Uber les acaba de otorgar.
De momento, el grupo solo da este paso en el Reino Unido y estudiará mercado por mercado cómo puede hacer evolucionar su modelo.
Su consejero delegado, Dara Khosrowshahi, presentó en febrero una serie de propuestas a los gobiernos y sindicatos de Europa con el objetivo de garantizar una remuneración transparente y justa para los conductores.
Lo ideal para Uber sería poder replicar en Europa lo que propuso en California, es decir conductores independientes pero que reciben compensaciones.
Ahora está por ver si el anuncio de Uber puede tener consecuencias para otras plataformas digitales en el Reino Unido que son símbolos de la economía “gig”, es decir de los empleos precarios y mal pagados.
Los repartidores de Deliveroo están esperando la decisión del Tribunal de Apelaciones de Londres para saber si pueden acogerse a un convenio colectivo para tener mejores condiciones laborales. | Por Jean-Baptiste Oubrier / AFP