En Estados Unidos apuestan que el barranquillero Álex Saab está a un par de semanas de convertirse en huésped de uno de los edificios federales más infranqueables de Miami: el Federal Detention Centers (FDC).
Por El Tiempo y Prison insight
El régimen de Nicolás Maduro se ha empeñado en dilatar su extradición desde Cabo Verde. Pero, para Washington, la evidencia en contra del señalado testaferro de Maduro es contundente y los procedimientos para su captura impecables.
De hecho, se especula que la dilación de su extradición buscaría llegar a acuerdos mínimos con Maduro sobre qué hablará, circunscribiendo su colaboración al tema de los contratos oscuros de las casas subsidiadas –por los que se pidió su captura–, y dejando a salvo lo que sabe sobre el oro y dólares que han salido desde Venezuela hacia Turquía, Rusia e Irán.
De su colaboración, sin embargo, dependerá lo largo de su temporada en el FDC. El edificio tiene una capacidad para más de 1.300 detenidos. Y cuenta con un temido piso –el 13– que en la jerga delincuencial latina se conoce como “El Bote”.
Las condiciones carcelarias serían más severas que las de Cabo Verde, en donde Saab se quejó de la presencia de hormigas y mosquitos.
En “El Bote”, el contacto con otros reos es nulo, la comida se les entrega por una rendija, solo tienen derecho a una hora de sol.
FDC Miami tiene una población total de 1,053 delincuentes masculinos y femeninos de todos los diferentes niveles de seguridad. Los presos están alojados en celdas para dos personas divididas en unidades de vivienda separadas.
El notable preso Joseph Cartagena, también conocido como el artista de rap Fat Joe, cumplió una sentencia de 4 meses en FDC Miami en 2014 después de que fue declarado culpable de no presentar declaraciones de impuestos de 2007 a 2010.
El número máximo de visitantes que un preso puede tener al mismo tiempo es tres, sin incluir a los niños que son bebés o niños pequeños que se sientan en el regazo de los visitantes. Los visitantes autorizados que pueden visitar a un recluso incluyen familiares, amigos y asociados. No puede visitar a un recluso a menos que él o ella lo ponga en la lista de visitas.