Son muchos y variados los problemas que sufrimos los venezolanos en el exterior. De toda índole. Naturalmente, los laborales y económicos, los xenofóbicos, las enfermedades, la criminalidad, los estudios académicos, la situación legal. Y, agreguemos otro más, la de los chavistas mismos que, infiltrados o no, tampoco desean regresar al país bajo el régimen que respaldaron. Sin embargo, el más sentido, en muchas partes, es el de la desorganización, es necesario mostrar claridad de todos los procesos, donaciones y acciones sobre los venezolanos fuera de Venezuela, que se sientan apoyados por los enviados Diplomáticos del Presidente Juan Guaidó, quienes tiene la jurisdicción para actuar conforme a sus funciones.
Hay entidades de venezolanos en el exterior que acogen muy seriamente los problemas del compatriota urgido, los diligencian y, en la media de lo posible, los resuelven. Existe una minoría que monta sendos tarantines y, ligando la política partidista misma, estafan a nuestros angustiados compatriotas dizque para legalizar su situación o para atenuar sus penurias económicas, y nada extraña a alguien que, llegado a Lima, con una mano por delante y otra por detrás, al año habite en el lujoso distrito de Miraflores inventándose un falso antecedente de luchas políticas. Porque, es necesario decirlo, hay quienes se los inventan épicamente, salen y entran tranquilos por Maiquetía, siendo unos desconocidos. Por ello, respecto a los problemas del venezolano en el exterior, creemos fundamental el de su organización.