Siti Rohani recuerda el día en que su hija de 17 años llegó a casa llorando tras ser acosada por no llevar el velo islámico en su escuela de Indonesia, el país con la mayor población musulmana del mundo.
“Me rogaba que le permitiera dejar esta escuela e ir a otra porque estaba siendo objeto de ataques por parte de su clase y de alumnas mayores”, recuerda. Las estudiantes afirmaban que sus padres irían al infierno si no llevaba el hiyab.
“Le dije que se lo pusiera si quería, pero que no cediera a las presiones”, explicó a la AFP esta madre musulmana que, al igual que sus hijas, no lleva velo.
Las alumnas y las funcionarias del país del sudeste asiático se enfrentan a una “presión legal y social sin precedentes” para que lleven el hiyab, afirma el grupo de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) en un informe publicado el jueves.
Estas presiones también se ejercen a veces sobre las mujeres indonesias que son cristianas o de otras religiones y “han aumentado sustancialmente en los últimos años”, según el informe, titulado “Quería huir: códigos de vestimenta abusivos impuestos a mujeres y niñas en Indonesia”.
En este país con la mayor población musulmana del mundo, el islam no es la religión oficial y también se reconocen el protestantismo, el catolicismo, el hinduismo, el budismo y el confucianismo.
Pero la mayoría de las escuelas públicas del archipiélago de casi 270 millones de habitantes, sobre todo en las provincias predominantemente musulmanas, exigen que las alumnas lleven la vestimenta islámica desde la escuela primaria.
– Aumento de corrientes conservadoras –
Las escuelas públicas utilizan “una combinación de presión psicológica, humillación pública y castigo para persuadir a las niñas de que lleven el hiyab”, señala el informe.
“Este ambiente fomenta la presión de las compañeras, el acoso de los profesores y de las alumnas para que las ‘buenas chicas musulmanas’ lleven el velo”.
Se trata de un hecho bastante reciente, ya que en la década de 1980 la normativa de las escuelas públicas prohibía el hiyab.
Indonesia, donde 90% de la población es musulmana, que llegó a ser conocida por una práctica moderada del islam, ha visto desde hace varias décadas un aumento de las corrientes conservadoras.
Alrededor del 75% de las mujeres musulmanas indonesias llevan el velo, según un estudio realizado en 2019 por el centro de investigación indonesio Alvara.
A principios de este año reavivó el debate el caso de Jeni Cahyani Hia, una estudiante cristiana de la ciudad de Padang, en Sumatra, que fue obligada por su escuela a llevar el hiyab.
La niña se negó a llevar el velo y sus padres grabaron en secreto una reunión en la que un funcionario de la escuela dijo que el velo era obligatorio para todas las estudiantes, independientemente de su religión.
El video fue ampliamente compartido en las redes sociales y la escuela se vio obligada a pedir disculpas.
Las autoridades indonesias respondieron en febrero emitiendo un decreto que prohibe a las escuelas públicas obligar a las alumnas a llevar el hiyab.
El ministerio de Educación indonesio, contactado por la AFP, declinó hacer comentarios sobre el informe.
HRW pidió la aplicación efectiva del decreto y también medidas legislativas adicionales “para acabar con la discriminación de las mujeres y las niñas”.
AFP