Una mujer embarazada fue brutalmente asesinada después de que su bebé fuera arrancado de su útero por una mujer que haría “lo que sea necesario” para tener un hijo.
Por The Sun y Globo
Traducción libre de lapatilla.com
Pamella Ferreira Andrade Martins, de 21 años, que estaba embarazada de ocho meses, fue encontrada muerta en su casa en Nova Holanda, Brasil, después de que la policía derribara la puerta de su baño.
Los oficiales se encontraron con una escena de horror cuando encontraron a la joven asesinada en el piso, con el estómago desgarrado y su bebé por nacer desaparecido.
Un familiar anónimo le contó a los medios locales que la agresora había encerrado a Pamella en el baño. Una mujer de 22 años, que no ha sido identificada, ha sido detenida.
La sospechosa ingreso en el hospital después de registrarse en una unidad de urgencias cercana que supuestamente llevaba al bebé muerto.
– LO QUE SEA NECESARIO –
La criminal le aseguró a los médicos que ella misma había dado a luz al bebé y que se había caído por las escaleras con él. Pero las pruebas demostraron que no estaba embarazada.
Se encontró un cuchillo en su bolso y se la vio con Pamella el día antes de que la mataran.
La familia de Pamella le relevó a la policía que la sospechosa estaba desesperada por tener un hijo y afirmó que “se conseguiría un hijo lo que fuera necesario”.
Pamella estaba casada y tenía un hijo de dos años, dijo su familia. La policía continúa investigando la muerte de Pamella y su hijo, y se llevará a cabo una autopsia para determinar la causa de la muerte del bebé.