El equinoccio de primavera, que este año se producirá el sábado 20 de marzo a las 10:37 hora peninsular, según especifica el Observatorio Astronómico Nacional (OAN); no sólo marca el fin del invierno y la llegada del buen tiempo, sino que en muchas partes del mundo es un momento con una gran carga mitológica y espiritual que se traduce en una variedad de rituales y tradiciones que tienen como un objetivo común: celebrar el renacer de la naturaleza.
Por Judith del Rio | La Vanguardia
Es un fenómeno fascinante: el sol se ubica justo en el ecuador celeste, sale por el este y se pone por el oeste, generando luz solar abundante y un curioso fenómeno: el día y la noche tienen la misma duración, salvo en los polos. De ahí su nombre (‘equinoccio’ proviene del latín, y significa ‘noche igual’). Esta curiosa dualidad ha sido parte del encanto que ha conquistado a muchas culturas, que han asociado el fenómeno a cuestiones mitológicas, como la eterna lucha entre el bien (luz) y el mal (oscuridad). Por eso, hemos querido dar una vuelta por el mundo, para comprobar cómo se celebran los festivales más famosos.
Rituales en Chichén Itzá (México)
Es, quizá, el festival más conocido del mundo. Desde México celebran la llegada del equinoccio en dos lugares muy especiales, representación del poder y la sabiduría de las culturas precolombinas que habitaron el país durante miles de años, y que rendían culto a los astros. El primero, Chichén Itzá, uno de los sitios más representativos de la cultura maya, y que congrega a cientos de curiosos alrededor de la pirámide principal, donde se da un fenómeno incomparable fruto de los efectos de la luz y las sobras, que hacen parecer que la serpiente de Kukulcán desciende por las escaleras.
Algo similar sucede en el Palacio de Quetzalpapálotl, en Teotihuacan, donde cada equinoccio se puede admirar el recorrido del sol y el mismo fenómeno de ‘sobra de serpiente’, llegada del dios Quetzalcoatl.
Festival Holi (India)
Uno de los rituales más especiales y bellos del mundo, el festival Holi, en India, que celebra el fin del invierno y la llegada de la luna llena arrojando polvos de colores para representar la primavera con todos los tonos posibles. En la mitología hindú, este colorido ritual pretende alejarse del mal y festejar la vida. Actualmente, se celebra en diversas partes del mundo.
Shunbun No Hi y Hanami (Japón)
En Japón, el equinoccio de la primavera es momento para celebrar el Shunbun No Hi, un ritual que consiste en ofrecer oraciones y ofrendas a los difuntos justo en el momento en que comienzan a florecer los cerezos. La flor de este fruto, sakura, es el símbolo más representativo para la cultura japonesa para anunciar el fin del invierno y el renacer de la naturaleza. De ahí parte la otra manera de los japoneses para celebrar el equinoccio de primavera: el festival Hanami, que consiste en hacer reuniones en espacios abiertos para admirar la belleza de las flores de cerezo.
Cimburijada (Bosnia)
Los tradicionales huevos de Pascua se convierten en huevos revueltos en la ciudad de Zenica (Bosnia), que los comen cada año para celebrar la llegada de la primavera. Este peculiar festival de huevos revueltos comienza al amanecer el mismo día del equinoccio, y los ciudadanos se congregan alrededor del río junto a familiares y amigos, con música y risas, para disfrutar de semejante manjar y dar la bienvenida a la primavera.
Sham El-Nessim (Egipto)
Sham El-Nessim es una fiesta nacional egipcia que conmemora el inicio de la primavera. Se celebra el día después de la Pascua cristiana, pero a pesar de ser asociada con el cristianismo, no se considera una fiesta religiosa. Durante ese día, se celebran diversos rituales: los ciudadanos pasan el día al aire libre, sobre todo alrededor del Nilo, donde comen platos tradicionales como el fesikh (pescado seco) y celebran el día con huevos pintados de diversos colores.
La muerte de Marzanna (Polonia)
En Polonia celebran el fin del invierno con una tradición pagana: la ‘muerte’ de la diosa Marzanna (también conocida como Mara o Morana, según la zona), que representa el final del invierno. Los presentes desfilan con efigies de paja de la diosa, que al final es quemada para celebrar la muerte del mal tiempo y el renacer de la naturaleza.
Festival del agua de Songkran (Tailandia)
Este festival anual tiene lugar justo después del equinoccio de primavera. Songkran significa ‘paso astrológico’ en sánscrito, y se celebra en Tailandia como parte de las festividades del año nuevo, que incluye la visita a un monasterio budista, rendir respetos a losa ancianos de la familia y, los más importante, el lanzamiento de agua, símbolo de la purificación. La ciudad de Chiang Mai es el principal destino para los que quieren celebrar el Songkran por todo lo alto, ya que las festividades duran hasta seis días.
Floriade (Australia)
El festival de Floriade comenzó por primera vez en 1988, cuando el empresario Peter Sutton y el diseñador paisajista Chris Stolemaker De Bruine crearon un ambicioso proyecto: diseñar una enorme exhibición floral para celebrar el bicentenario del nacimiento de Australia y el 75º aniversario de su capital, Canberra. El resultado fue un exquisito conjunto floral con cientos de especies, que gustó tanto a los australianos, que se instauró como manera de celebrar la llegada de la primavera cada año. Desde entonces, cientos de miles de personas de todo el mundo se acercan a ver cómo florecen las flores del mítico jardín, durante unos días en los que la música y el color celebran la llegada del buen tiempo.