Las importaciones petroleras desde Irán y Venezuela hacia China han incrementado en los últimos meses, lo que desafía las sanciones que Estados Unidos impuso contra ambos países durante la gestión de Donald Trump, una política que ahora continúa Joe Biden.
Por Benoit Faucon y Ian Talley / The Wall Street Journal
De acuerdo con un reportaje de The Wall Street Journal, China prevé importar un promedio de 918.000 barriles de petróleo por día (bpd) en marzo, el volumen de compra más alto desde que Washington aplicase sanciones contra Teherán, hace más de dos años.
Estos datos fueron proporcionados por la empresa de datos de commodities, Kpler, y coinciden con otras compañías de rastreo de envíos petroleros, algunas de las cuales incrementan el average a 1 millón bpd.
Por su parte, aunque no se precisan las cifras del comercio con Venezuela, la firma de datos financieros Refinitiv apunta que las importaciones de crudo venezolano también están en crecimiento.
El crecimiento del flujo de importaciones desde ambos países sancionados coincide con un recrudecimiento de presión de Washington, que intenta generar condiciones para forzar a Hassan Rohaní a respetar el acuerdo nuclear y al gobierno de Nicolás Maduro a organizar elecciones presidenciales libres, condiciones que establecería para relajar las sanciones contra estos gobiernos.
Como resultado de la intervención de China, tanto Maduro como Rohaní tendrían menos presión, por lo que podrían no verse forzados a negociar con Estados Unidos y aceptar las condiciones de Washington. «Las compras informales de China han reducido la necesidad de negociar sobre las sanciones petroleras para Teherán», afirmó un funcionario estadounidense relacionado con las políticas con Irán.
La estrategia iraní
Mientras tanto, Irán ha demostrado que cuenta con las herramientas necesarias para evadir las sanciones de Estados Unidos. Sus últimas operaciones las han hecho encubiertos en el Golfo Pérsico y Asia del Sur, para encubrir el origen de la carga, además de recibir pagos a través de medios externos al sistema bancario internacional, como las criptomonedas.
El vicepresidente iraní Eshaq Jahangiri, incluso explicó que las exportaciones de crudo han incrementado en los últimos meses. Pese a que no ofreció detalles al respecto, sí comentó que se vieron en la necesidad de «usar ciertos métodos» para resolver problemas con las transferencias.
«Hubo algunos problemas con las transferencias de dinero, así que tuvimos que utilizar ciertos planes, métodos para ingresar las ganancias de las exportaciones petroleras, y recientemente tuvimos éxito», aseguró Jahangiri.
Irán ayuda a exportar crudo venezolano
Por otra parte, Venezuela sigue recibiendo ayuda de Irán para resistir a las sanciones, mediante intercambios de oro y crudo venezolano a cambio de combustible y otros productos petroleros refinados, ya que la industria venezolana no tiene la capacidad de procesar crudo debido al deterioro que ha sufrido durante el gobierno chavista. El petróleo que recibe Irán, luego es revendido en el mercado internacional.
«El régimen de Maduro se ha adaptado a las sanciones, encontrando una forma de exportar petróleo a China y Rusia con la ayuda de Irán. Así que vamos a usar las sanciones para asegurarnos de eliminar esas opciones», aclaró a The Wall Street Journal un funcionario de la administración de Biden.
Autoridades de Estados Unidos han recordado a China que las empresas que ayuden a importar petróleo desde Irán corren el riesgo de ser sancionadas, y que Beijing podría enfrentar consecuencias por sus negocios con Venezuela.