El presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el peruano Luis Carranza, dijo en su carta de renuncia al cargo, que se dio a conocer esta jornada, que decidió dejar la institución, con sede en Caracas, debido a presiones que recibió por parte del Directorio de Argentina.
“Desde el último año hemos observado el interés de politizar la actuación de CAF, lo cual sería muy negativo para el futuro de nuestra organización. Así, hemos observado cómo importantes iniciativas se han visto dilatadas con excusas, a pesar de ser soluciones concretas”, reza la misiva.
Uno de esos proyectos truncados, explica, fue la solicitud, que él mismo hizo, para que se le concediera un voto de confianza a Bernardo Requena y se le designara como vicepresidente de Programas de Países, “una función que viene desempeñando interinamente desde hace 15 meses”.
Pese a la argumentación presentada y al buen desempeño de Requena durante 17 años en la institución, prosigue Carranza, el Directorio de CAF decidió no respaldar su designación.
Este rechazo, a juicio del presidente, se debe a su “negativa a ceder al interés de algunos países de interferir políticamente en las atribuciones que el Convenio Constitutivo le otorga al Presidente Ejecutivo para designar a sus colaboradores inmediatos”.
“En particular, los directores por Argentina me solicitaron verbalmente y a través de mensajes escritos, a principios de 2020, que designe como vicepresidente a una persona que no reunía las condiciones para el cargo”, sostuvo, para luego asegurar que cuenta con las pruebas que respaldan estas acusaciones.
“Desde entonces y de manera continua y manifiesta, la representación de Argentina, a través de una supuesta intención de lograr más transparencia en el proceso de selección de vicepresidentes, intenta seguir presionando para evitar el nombramiento del señor Requena”, añadió en el escrito.
Carranza recuerda en su carta que, como jefe de la institución, está obligado a no aceptar presiones de ese tipo y a no buscar ni recibir instrucciones de ninguna autoridad ajena a CAF, así como a designar a las personas que, a su juicio, reúnan las condiciones más idóneas para desempeñar una posición de alta dirección.
“Estoy convencido de que esta difícil decisión que estoy tomando ayudará a preservar la institucionalidad y evitará la politización de nuestra querida y tan necesaria CAF”, concluye el ejecutivo.
De nacionalidad peruana, Luis Carranza Ugarte fue elegido por amplia mayoría como presidente ejecutivo de CAF en una reunión extraordinaria de la directiva de la institución el 13 de diciembre de 2016.
Carranza fue ministro de Economía y Finanzas de Perú en dos ocasiones, además de un destacado economista que trabajó en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ejerció la jefatura para América Latina y Mercados Emergentes del BBVA en España.
CAF informó este martes en un comunicado que el peruano dejará su cargo en abril, un año antes de lo previsto, con lo cual se “cierra un ciclo (de cuatro años de gestión) que representa un punto de inflexión en sí mismo”, aunque no ofreció detalles sobre las razones que motivaron la dimisión anticipada.
EFE