Fue a finales del pasado mes de agosto cuando Orlando Bloom ( 44 años) y Katy Perry (36) anunciaron la llegada al mundo de su primera hija en común, Daisy Dove -el primer retoño para la artista y el segundo para el actor, que tiene otro hijo, Flynn, de diez años, fruto de su matrimonio con la modelo Miranda Kerr-.
Por ABC
La pareja decidió dar la primicia a través de una publicación en la cuenta de Unicef, organismo del que ambos son embajadores. « Estamos flotando de amor y asombro por la llegada segura y saludable de nuestra hija», contaron, escuetamente. «Sabemos que somos afortunados y no todos pueden tener una experiencia de parto tan pacífica como la nuestra», añadieron. En San Valentín del año pasado se comprometieron y aunque han tenido que posponer su boda en Japón por el coronavirus, la pareja está atravesando un momento muy dulce.
Hace apenas unas semanas, el intérprete concedió una entrevista con ‘The Sunday Times’ en la que confesó que antes de conocer a Katy Perry no era feliz. Siguiendo los consejos de un amigo suyo, el surfista Laird Hamilton, la estrella de cine decidió no mantener relaciones sexuales con mujeres. «Si quiere tomarse en serio una relación, haga celibato durante unos meses y descúbralo», recordó en la entrevista que le dijo su amigo. Así que probó suerte. En principio tenía pensado hacerlo por tres meses, pero finalmente fueron seis. «Fue una locura. No creo que sea saludable. No creo que fuera aconsejable. Hay que mantenerlo en movimiento allá abajo». Fue tras conocer a la cantante cuando abandonó el celibato.
Esta semana ha concedido una nueva entrevista, en esta ocasión con ‘The Guardian’ en la que asegura que no tiene «suficiente sexo» con su prometida después de tener a su hija. «Mi hijo, Flynn, y mi hija, Daisy Dove, un perro llamado Mighty y luego, por supuesto, mi prometida», contestó cuando le preguntaron quién era el gran amor de su vida.