El recrudecimiento de la pandemia en Brasil, con récord de muertos y el sistema sanitario al límite, se ha extendido al resto de Sudamérica poniendo en jaque incluso a Uruguay, considerado hasta ahora un ejemplo de contención del coronavirus.
Por Clarín
“Lamentablemente, la terrible situación de Brasil también está afectando a los países vecinos”, afirmó Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Es “crucial” agudizar las medidas, advirtió el martes.
El organismo destacó un repunte de casos de Covid-19 en los estados venezolanos de Bolívar y Amazonas, así como en el departamento de Pando, Bolivia, y en Loreto, Perú, todos colindantes con el gigante sudamericano.
La circulación masiva de la cepa brasileña o P.1, una mutación del SARS-CoV-2 mucho más virulenta, está en el centro de esta nueva oleada.
Tras detectarse en la ciudad amazónica de Manaos a finales de 2020, muchos países cerraron el paso por aire y tierra a viajeros provenientes de Brasil en un intento de frenarla.
Pero tres meses después, la variante ya ha sido identificada en 32 países y territorios de las Américas.
Panorama crítico
La flexibilización de las restricciones ordenadas por los gobiernos estatales, en especial durante Navidad y carnaval, desembocó en una “emergencia de salud pública activa”, dijo Etienne.
El martes, el país batió un nuevo récord al registrar 3.251 muertos en 24 horas. Un día después traspasó la franja de los 300.000 fallecidos, mientras 12,2 de sus 210 millones de habitantes se han infectado.
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