La empresa japonesa propietaria del buque de bandera panameña Ever Given, que permanece varado desde el pasado martes en el canal de Suez, afirmó hoy que aspira a desencallarlo este sábado en colaboración con las autoridades locales.
La firma nipona de transporte marítimo Shoei Kisen explicó este viernes en una rueda de prensa que trabaja en cooperación con la Autoridad del Canal de Suez y con las otras empresas responsables de las operaciones del buque para retirar la tierra en la que ha encallado la proa del Ever Given, una tarea “que aún está en marcha”.
El presidente de la empresa, Yukito Higaki, señaló que se está empleando “maquinaria adicional de dragado” con el objetivo de liberar el buque “hacia la noche del sábado”, según horario japonés, en su comparecencia ofrecida en Ehime (sudoeste de Japón), donde tiene su sede Shoei Kisen.
Una portavoz de la empresa confirmó a Efe que Shoei Kisen está asegurada como propietaria del portacontenedores, ante las posibles demandas que podría afrontar debido a las interrupciones del transporte marítimo causadas por el incidente que mantiene bloqueado el canal desde el pasado martes.
El Ever Given está arrendado por Shoei Kisen a la empresa taiwanesa Evergreen, responsable de sus operaciones comerciales, mientras que la multinacional Bernhard Schulte Shipmanagement figura como gestora de la mercancía del buque y también está colaborando en las tareas para tratar de desbloquear el canal.
Según la naviera Maersk, la principal que opera en Suez, hay 200 barcos detenidos en ambas entradas del canal, entre ellos nueve portacontenedores de esta compañía, incluidos uno que se dirige a Algeciras y otro procedente de este puerto español.
Por el canal de Suez transitaron el año pasado 18.829 naves, y a través de esta vía circulan en torno al 10 % de las mercancías a nivel mundial, incluida gran parte del petróleo exportado del golfo Pérsico a Europa.
El buque Ever Given, con 400 metros de eslora y capacidad de 224.000 toneladas de carga, se quedó atravesado debido a los fuertes vientos en medio de una tormenta de arena que azotó esta semana Egipto y que dificultaba la visibilidad. EFE